YOYO PANDO LAGUNA, LO QUE NO DEBE SER UN PERIODISTA SANO
* Fomentador del odio racial, divulgador de falsificaciones y diatribas. Es ideólogo de la famosa lista de "traidores" a Santa Cruz, por ende es impulsor de agresiones a los cruceños que -según él- son "traidores"
(ASC-Noticias) 03-Enero-08
Por Raúl Bustamante ascnoticias@yahoo.es
Entre aquellos que trabajan para eliminar la conciencia crítica y envenenar desde los medios masivos a la gente, destaca tristemente Yoyo Pando, personaje que dedica su pluma y labia a una cruzada racista contra el colla (a pesar de que él es colla) y también en defensa de las autonomías y de "Santa Cruz". Compite con otros dados a ser analistas de la oficialidad cívica.
Pando, poseedor de una visión muy estrecha del mundo, que no acepta otras posiciones que no sea "estás conmigo o estás contra Santa Cruz", es defensor acérrimo de las autonomías departamentales, de la "Santa Cruz" de los poderosos jerarcas que se engordan a costa de la miseria de la mayoría, fomentador del odio racial, divulgador de falsificaciones y diatribas, impulsor de agresiones a los cruceños "traidores", sean masistas o no, ideólogo de la famosa lista de traidores que apareció ostentada por la huelga a lo Gandhi de los cívicos violentos.
Sus acusaciones y su pensamiento se respaldan con sus célebres frases que dicen "papelitos cantan" o "así de simple", dardos que lanza como tapabocas y con los cuales quiere dejar sentado por completo que él no inventa ni falsifica, que tiene pruebas de muchas de las sandeces y afirmaciones prosaicas que lanza desde los micrófonos.
Pero los papelitos que presenta este terrorista verbal como prueba de sus antojos son informes sesgados, muchas veces bajados de páginas dudosas de Internet, pero igual le sirven para denigrar y acusar a quien se le antoja calificándolo de "enemigo de los cruceños" si es que no apoya a las autonomías departamentales. Lo que hace es antiético pero es impune pues la Ley de Imprenta es un saludo a la bandera, más aún para aquellos que con sus malcriadeces defienden al movimiento autonómico.
Yoyo Pando ha tenido siempre militancia de ultraderecha y no sólo eso, también ha tenido relación con unos famosos estafadores, dueños de una estación de radio, dedicados a la extorsión a propietarios de vehículos robados.
Entre sus antecedentes más antiguos está el de elaborar panfletos periodísticos favorables a la dictadura de García Meza de 1980. En uno de ellos muestra su admiración por el narco-dictador al cual le pidió le diera la medida de sus pantalones por haber sido capaz de poner orden en el país.
Pese a eso, Pando ahora se cree capaz de emitir criterios de verdad sobre lo que es la democracia y quién es o no dictador. Uno se pregunta ¿con qué moral? cuando él no sólo fue admirador de García Meza sino que también participó personalmente de ese gobierno criminal, narcodelincuente y anticomunista, en una comisión titulada de anticorrupción.
Pando es otro más de esa corriente de nuevos "analistas" con un pasado oscurecido por la delincuencia, el narcotráfico, el apego y el goce de las mieles del centralismo, el consumo de drogas, pero quiere hacer borrón envolviéndose en las banderas regionales para limpiar su miseria humana y sus antecedentes que arrastran ruidosas cadenas como el fantasma de Canterville y que no le dejan dormir.
Al igual que todos estos neoanalistas recién reciclados, Yoyo Pando reverenció en todo momento a los poderosos que a cambio de sus servicios de periodista lambiscon le pagaron bien, entre ellos Max Fernández, al que le hizo una biografía a su gusto, como en el pasado otro escritor a sueldo hizo para el millonario Simón I. Patiño. Luego de la muerte de Fernández, sirvió a sus herederos por un tiempo.
Su trabajo periodístico es dudoso porque subordina la verdad para ponerse al servicio de los auspiciadores de sus programas, aunque asegura que las posiciones que asume son "porque le da la gana".
Sus tarea periodística es más que nada un alquilarse, por eso su programa, auspiciado por las cooperativas CRE, COTAS y Saguapac, es palestra de defensa de estas instituciones pese a ser manejadas despóticamente por las logias.
De forma sistemática, cuantas veces puede y cree necesario, actúa como su perro guardián, les saca el cuerpo, basta leer su artículo "Ni se les ocurra tocar las cooperativas" donde hace una apología de éstas contra la posibilidad de que las intervenga el Estado.
También lo auspicia IOL-RICO, empresa de Branko Marincovic, ¡con razón la hinchazón! de tanta alabanza y hasta babeo. Lo correcto sería que subtitule su programa televisivo llamado "pa que lo sepa" con la frase "programa pagado para defender a los grupos de poder". Eso sería éticamente correcto, permitir que la gente sepa que a él le pagan para hablar bien del movimiento cívico empresarial disfrazado de regionalista y de tantas cosas, que él cobra por incitar el ataque a todos aquellos que son considerados como enemigos de sus auspiciadores, entre ellas ONGs que no controlan como el CEJIS.
Actualmente, Pando se dedica a una cruzada de provocación y falsificación descarada, presentando en TV artículos de dudoso origen, muchos de los cuales fueron elaborados por él mismo pero presentados como de terceros, con seudónimos como "El Duende", "La Viudita" y otros.
Pando se apoya por otras falsificaciones de antología, todo para denigrar sin fundamento a ciertos personajes que odia y principalmente a esos que acusa de "comunistas" y que los ve hasta en la sopa. Por ejemplo ha presentado una supuesta carta de Fidel Castro a Chávez, donde le recomienda cómo ser un dictador, cuando a nivel mundial se sabe que un periodista venezolano confesó haberla elaborado, pero Pando ha inventado toda una teoría en base a la conexión con los discursos de Chávez, Fidel y Evo.
No cansado de eso, igual publicó dos estudios falsos acerca de las tendencias homosexuales "comprobadas" de los comunistas, demostrando su notable homofobia y deteriorada percepción de la realidad. Según él esta comprobado que se puede identificar a un gay por la forma en cómo canta el himno nacional, con la mano en el corazón y el puño izquierdo levantado. Es igual que ese absurdo que sostienen los psicoanalistas que dicen que todas las mujeres son violadas porque ellas lo consienten. Todo esto con el fin de indisponer de forma disimulada a los cruceños contra el comunismo y grupos catalogados como indeseables, como ser los críticos y los homosexuales, táctica propia del fascismo.
Pando, hasta leyó un "mensaje de la virgen" sobre Venezuela y Bolivia donde la última sobreviviente de los pastores de Fátima se preocupa de los gobernantes de estos países; y así más y más afirmaciones dudosas y enfermizas.
Se guía por prejuicios y no por verdaderas investigaciones o análisis. Parece creer, como muchos ultras, que está destinado a evitar la llegada del comunismo y debe usar todas las armas, incluso las innobles, para impedirlo.
Cree que el actual gobierno de Evo Morales es comunista, ridículo que no soporta análisis pero que igual lo sostiene con denuedo. Para Pando y otros díscolos anticomunistas, una simple relación amistosa con la decadente Cuba y los burócratas vejestorios que la dirigen es ya certificado de que se es comunista en extremo.
Siempre anda declarándose "amigo" de quien le conviene, pero si ya no corresponde o dejó de estar de moda, lo desconoce. Con la propia Amalia Pando que decía era su pariente primero y ahora de forma atrevida dice no saber "de qué hueco habrá salido". Tiene facilidad para denigrar a cualquiera con cierta gracia, sin duda.
Es un acomodaticio como el camaleón que cambia según la ocasión. Se esmera permanentemente para denigrar a distinta gente del interior y su cultura pero cuando se le ocurre, o es necesario bajar el tono, dice que les respeta.
Psicológicamente es un individuo digno de lástima por su pobreza espiritual. Desesperadamente busca aparecer como cruceño, negando su origen y cultura, probablemente fruto del acoso sufrido en su infancia por un medio hostil al inmigrante que tenga algo de indígena o colla, como ha sido Santa Cruz en el pasado y que lamentablemente ahora se ha agravado. Ha trastocado su comprensión y aceptación de sí mismo y está autoconvencido de que es diferente, de que es cruceño porque le da la gana.
Eso probablemente es lo que muchos llaman resentido. Debió sentir mucha denigración y atropello, o verlo en otros, para asustarse profundamente y verse obligado a negarse, todo catalizado seguramente por una familia frágil, con pocos recursos emocionales para afrontar positivamente el rechazo y una baja autoestima. Todo eso puede ser normal, es superable, pero él no lo acepta por eso no deja de proyectar su odio del pasado sobre sus iguales y no sobre los que alguna vez lo miraron como a un perro por ser colla. ¡Sí! Yoyo Pando realmente requiere una terapia que pueda tener efecto balsámico, cure sus heridas y deje de odiar su origen y enfermar de odio su entorno.
El pobre sufre el efecto del síndrome de Estocolmo, apoya a su victimador y va contra los suyos.
Para acomodar el mundo a su retorcida conciencia insiste permanentemente en la teoría de la existencia de unos mestizos que no serían indígenas para nada, esa que sostienen otros como los Valverde y Peña. El mestizo que han creado, en medio de sus delirios racistas, es una isla donde poner pie para no reconocerse ellos como indios. Ellos creen que ese es el problema, tener en sus venas algo o mucho de indio.
El mestizaje racial es general en el mundo, no hay nadie puro, hasta los indígenas tienen cierto grado de mestizaje y siguen siendo indígenas. Ahora no les distingue si son más o menos oscuros, lo que les distingue es su cultura. Hay quienes sin ser de una raza específica se adscriben a una cultura, entonces se puede decir que se indigenizan. En el caso de Bolivia a las únicas culturas a las que nos podemos adscribir son a las indígenas el resto son copias criollas y de mal gusto de las formas de vida europea o norteamericana, esas que enarbola cierta clase muy media, entregada a todo lo que tenga sello extranjero, un poco acriollado para disfraz, pero que igual no tiene mayor valor por ser copia. Por supuesto, el acomplejado Pando no se declararía aymara, quechua o mosetén, no haría eso ¡ni loco!, más bien lleno de susto insiste en ser "mestizo" o intercultural.
Ha tenido cierto éxito en su cruzada para contagiar su odio y fanatizar a muchos sectores cruceños y él mismo parece tomar parte en la formación de grupos ultras porque sus recomendaciones son tomadas al pie de la letra, entre ellas la confección de la lista de "traidores".
Para cerrar el año se hizo pasar por santo devoto en su artículo en función de la navidad que titula "Voy a pedir al Niño Dios" donde disimuladamente fomenta más odio y temores, mostrando su gran hipocresía. A los indígenas del CIDOB les tildó de "santos inocentes", coincidiendo con el 28 de diciembre, porque según él se han dejado manipular por todos los gobiernos, hasta el de García Meza donde él participó entusiasta.
Yoyo Pando es el ejemplo que no deben seguir las nuevas generaciones de periodistas comprometidos con la verdad, porque el compromiso con una idea no puede significar fanatismo ni negación del otro.
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