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ASC Noticias - Reflejando la Verdad

QUO VADIS COMUNICADORES CRUCEÑOS, “¿USTEDES SON AUTONOMISTAS O PERIODISTAS?”

- El martes 19 de agosto, día del último paro cívico, varios periodistas resultaron víctimas notables de los enfrentamientos producidos entre cívicos recalcitrantes y vecinos del Plan Tres Mil desobedientes al paro y que reconocieron a los periodistas como aliados de los cívicos unionistas.

 

- Dirigentes cívicos y medios de comunicación ponen de relieve el ataque que sufrió la gente de la prensa e inician una persecución a los supuestos culpables asegurando, un tanto forzadamente, que “eran masistas” y que actuaron contra los periodistas instruidos por el gobierno. Todo un esfuerzo para sacar ventaja política que condimentan con sus conocidas justificaciones acerca del odio, la confrontación y otros adjetivos endilgados a la otra parte.

 

- El organismo gremial de los periodistas y varios de ellos, llenos de santa indignación se sumaron al show negando estar parcializados, asegurando que no mienten, que tienen su “enfoque”, que sólo “cumplen” su labor de “informar”, que sólo son trabajadores, en otras palabras que son una maravilla.

 

(ASC-Noticias) 30 – agosto – 2008

 

Por Raúl Bustamante y Sergio López

 

Los acontecimientos

 

El día del paro cívico los conflictos se iniciaron tempranamente. Por la madrugada una caravana de cívicos irrumpió en el Plan Tres Mil agrediendo gente, yendo a provocar a La Rotonda y al mercado de la zona y luego, cerca al mediodía, comenzaron los enfrentamientos que no pararon hasta la noche.

 

En las filas de vecinos la actitud contra los medios era negativa y se lo advirtieron a los periodistas pidiendo que se retiren, que no los aceptaban allí por no ser confiables y que por lo tanto serían tratados como enemigos. Algún comentarista asegura que los periodistas recibieron las piedras por estar en medio de las partes. Más parece ser que fueron blanco real de agresiones. Como las advertencias dadas a los comunicadores fueron desoídas, pues seguramente sus jefes de prensa les obligaron a seguir en el frente de batalla o porque creyeron su deber estar en medio del combate, entonces la furia popular también se concentró en ellos porque los ven como el enemigo tergiversador.

 

Los críticos aseguran que es Evo Morales con sus discursos el promovedor de estas agresiones. Indudablemente pueden ser un detonante para la furia popular pero nada más. La gente hace rato que superó el mito de la prensa.

 

Pero lo que desató más el malestar de la gente fue la gran agresividad y violencia de los unionistas, tanto así que algunos de la barra de Blooming, que en la mañana estaban al lado de la UJC, en la tarde se pasaron al otro lado porque reconocieron más importante su pertenencia al barrio que su alquiler a los cívicos.

 

Se sabe que un conocido paramilitar que depende de la Prefectura de apodo “chiquitín” llevó al Plan centenares de jóvenes alquilados en las calles para apalear gente y doblegar al Plan pero que la resistencia de los vecinos, a quienes los medios califican sin mayor reparo de “masistas”, aguó sus planes porque finalmente los que salieron malparados fueron los autonomistas.

 

El fragor del combate fue intenso y duró hasta altas horas de la noche cuando los vecinos molestos pero triunfantes se dirigieron a la plaza del mechero para volver a quemar el “mojón de la autonomía”. Todo eso los “periodistos” no lo describen porque se volvieron foco de la noticia por efecto de su papel activo en los hechos, vulnerando un principio de la profesión.

 

De qué lado están los periodistas

 

En la madrugada, cuando los vecinos del Plan detuvieron un vehículo de la red Bolivisión que se hallaba en la caravana unionista y tres trabajadores de ese medio fueron agredidos y el motorizado soportó graves destrozos, según cuenta uno de los afectados, un individuo les hizo la pregunta clave: “¿ustedes son autonomistas o periodistas?”.

 

Pese a la situación dramática y difícil para la gente de prensa, este es un profundo cuestionamiento que pone sobre el tapete la gran duda que hay sobre el rol de los periodistas y de los medios, pregunta que nadie ha valorado en su real dimensión y en realidad es un llamado a la conciencia de los periodistas para que analicen si están en los conflictos para cubrir la noticia o como combatientes.

 

El viejo concepto de “imparcialidad” enseñado en las universidades como atributo de los periodistas, en medio de estos conflictos se ha vuelto una careta hipócrita pues ahora se evidencia que cayeron en la tentación, tomaron partido y abandonaron la mesura. Esa es la calidad de los “periodistas” hoy, tienen un “ismo”, pertenecen al autonomismo, al falangismo, al regionalismo, como dijo el concejal Chato Peredo se han vuelto “militantes” y así están descalificados.

 

Por eso, para el ciudadano, los periodistas y los medios han perdido crédito, se los ve parcializados, se señala a los periodistas como peones de los dueños que tienen intereses políticos oscuros, o peor aún que son combatientes pero solapados, que usan el traje del periodista para penetrar en las filas de enemigo para espiar y transmitir información a los de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), periodistas que van a informarse al lugar de los hechos pero ya en sus medios se dedican a deformar, a tergiversar, ¡qué tarea más elevada que realizan usando de escudo la sacrosanta “libertad de expresión”! negada a los de abajo que no tienen acceso a los medios, pues ya incluso en Santa Cruz muy pocos medios abren los micrófonos a la opinión ciudadana.

 

O sea que estamos bajo la dictadura de medios y “periodistos” inmorales que se hacen los santos pero a la vez cínicamente asumen partido, promoviendo el chauvinismo, el odio racial, y hasta llegan a los escenarios con su simbología, por ejemplo el vehículo de Bolivisión que fue agredido tenía un adhesivo contrario a Evo Morales, mientras en el vehículo de otro medio decía “autonomía”, incluso se ve circulando en las calles un móvil de la red PAT donde se lee “independencia”, slogan de lo más ultra de las filas cívicas, término que utilizan ya abiertamente los ultra después de que Morales aprobó su combo de referendos.

 

En esa tónica, desde el canal 13 (RED UNO), en el sensacionalista programa “que no me pierda”, se fomenta la convulsión, el enfrentamiento, hasta se convoca groseramente a la guerra. En el fondo buscan la convulsión porque se nutren del negocio sensacionalista, el derramamiento de sangre, ahí estarán felices, aunque hipócritamente buscan aparecer como sensibles con el dolor de la gente.

 

Entonces, los periodistas han abandonado la independencia y se han sumado entusiastas a esa disputa estéril entre gobierno y oposición cívica, creyendo que así obran bien, o se han sumado a sus medios y ya no entienden la diferencia entre patrón y trabajador.

 

Pero en este mambo los periodistas en realidad son víctimas de los dueños de medios que ya tienen izada su bandera, que están en un bando, y criminalmente los envían al campo de batalla. Los pobres comunicadores, que aún se creen protegidos por una supuesta “imparcialidad” que ya nadie se traga, sin reconocer la mala fama de manipuladores que arrastran, se topan con turbas que los identifican como los odiados tergiversadores y ¡zas! los atacan ciegamente. Y es una cuestión que se da con ambos bandos, los que apoyan a los cívicos y los que apoyan al gobierno.

 

Sin embargo, los periodistas y sus dirigentes no protestan contra los medios, sino se suman a sus mentiras y a sus campañas inmorales y manipuladoras, como en el caso actual de los eventos del Plan Tres Mil que usan de bandera en su guerrita.

 

Hay que entender que el periodista no es divino, es humano, y es forjado principalmente por el medio ambiente lleno de miedos y miserias, se cuelga de la levita de los ricos, comparte con ellos y se cree parte de ellos que finalmente le dictan o definen sus preferencias y sus prejuicios, por eso hay tantos militantes autonomistas y gente que se ha vuelto tan derechista, “por la plata baila el mono...”. Ese es el periodista alienado que piensa como quieren sus patrones y no como le dicta su conciencia y su propio interés de trabajador. El periodista tiene derecho a asumir una posición, a abrazar una ideología, pero eso no significa velar sus ojos a la realidad y mentir, porque si decide usar su pluma o su cámara para la guerra, donde todo vale, debe esperar las consecuencias de ello. Los de abajo, que están en el otro bando, también le presionan y le exigen no ocultar la realidad, dar cobertura a todos, que no sea racista, que denuncie a esas fábricas de mentiras que son los medios, que sea digno y no se deje estropear por sus patrones, que tenga el coraje de enfrentárseles y no quedarse en la comodidad de repetir sus dictados, que sea crítico. Otra cosa es que en Bolivia, donde pesa más el tribalismo y no hay democracia, pocos se atreven a sostenerse en sus ideas.

 

Hay periodistas que en las tituladoras de los canales demuestran tanta falta de equilibrio y una unilateralidad espantosa. Por ejemplo cuando fueron agredidos los comandantes de la Policía, la mayoría de los medios tocó el tema muy someramente, alguno tituló “una tunda al comandante” sin comentar críticamente el hecho como si fuese lo más normal; pero cuando ellos fueron agredidos se pusieron histéricos, usaron términos superlativos concluyendo que “fueron los masistas”, “cobardes agresores de los periodistas seguidores del gobierno” sin poder ocultar un odio irracional al gobierno. El propio ejecutivo sindical de este sector textualmente dijo: “por eso le decimos al gobierno no más agresiones, no más insultos”.

 

Lamentablemente la pugna entre bandos ha logrado que entre los periodistas desaparezca la solidaridad social, por ejemplo en el caso del periodista de canal 7 Juan Carlos Thames agredido por los cívicos el sábado 16 de agosto tras la concentración en el monumento al Cristo convocada por el Prefecto. Increíblemente periodistas de otros medios lo delataron ante la Unión Juvenil Cruceñista señalando que pertenecía a TVB y tildándolo de masista. Avisada la UJC procedió a agredirle sin miramientos haciéndole sufrir un terrible viacrucis en el lugar como cuando un exminero se atrevió a pasar por la plaza, salvándose de milagro y terminando en el hospital lleno de contusiones. Qué colegas son esos que no lo defendieron y siguieron grabando como si nada. Entre los agresores se hallaba Modesto un famoso lumpen ex masista y ahora trabajador de la prefectura.

 

En su falta de valor civil para oponerse a los dictados de sus patrones han terminado perdiendo su dignidad y por ello los cívicos los tratan con la punta del zapato. Por ejemplo el prefecto Costas, en la pasada reunión de regiones productoras de hidrocarburos realizada en Villamontes, un periodista de UNITEL consultó a Rubén Costas si ésa era una reunión del CONALDE. Agresivo Costas le respondió en tono amenazante que él era el presidente del CONALDE y que jamás había convocado a nada, terminando por insultarlo diciéndole que era un periodista mediocre. De eso los periodistas no dicen nada.

 

Como la miseria espiritual domina, no se rebelan porque temen perder el trabajo, antes de eso prefieren perder la dignidad y se convierten en defensores de sus explotadores perdiendo la autoestima.

 

Los periodistas también han sido infectados por el virus del racismo. Un trabajador de una red televisiva tras cubrir los conflictos del Plan 3000 y sufrir ciertas heridas comentó que fue atendido en el Hospital San Juan de Dios donde le recetaron un simple suero y le dieron su alta pero, pese a sangrar de los brazos y estar aún afectado por los gases, contento comentaba “…pero les sacamos la mierda a esos collas”.

 

Los periodistas buscan solidaridad de los cívicos cuando son agredidos, lo que es una declaración de parte acerca de su falta de imparcialidad e independencia ideológica porque quieren el amparo de sus patrones y mostrarse ante ellos para lograr granjerías. Por eso, los periodistas que ya se muestran francamente opositores al gobierno, repiten el mismo argumento que usan sus patrones, que a Evo Morales lo hicieron los medios y debía agradecerles y no mandarlos a golpear. Qué manera de creerse el ombligo del mundo.

 

Algunos como Carlos Valverde o el Gordo Méndez, proponen ideas para protestar contra el gobierno tal como no cubrirlo informativamente, pero igual siguen asistiendo los periodistas a las conferencias de prensa de los ministros o de la delegada presidencial porque ellos no tienen independencia y sus medios les obligan porque necesitan nutrirse de datos para poder tergiversarlos y destilar veneno.

 

Papel cobarde del dirigente de los trabajadores de la prensa

 

Hernán Cabrera, dirigente principal de los periodistas cruceños, hace un trabajo de equilibrista para no enojar a nadie, es el típico tibio del cual Cristo dijo “..arrojaré de mi boca”. Es tan temeroso que espera que se den agresiones a medios o periodistas afines a los cívicos para defender a los que no defendió antes. Su opinión la emite dependiendo de dónde esté. En el canal 7 con Amalia Pando habla de la defensa de la libertad de expresión y se muestra hasta crítico con las posturas cívicas, pero cuando lo entrevistan en los medios pro cívicos ataca al gobierno, como el gato siempre cae parado, quiere estar bien con Dios y con el diablo.

 

Ahora se muestra radical porque a los cívicos les conviene. Por eso tras una marcha de protesta ha dicho que habrá un paro y que para ello coordinará con la Confederación, a la que posiblemente engaña con su supuesta “imparcialidad”.

 

Cabrera no observa ni protesta como debía ser, vehementemente, frente a la barbarie que se campea en Santa Cruz contra la libertad de expresión. Por ejemplo el hecho de que ciertos medios, hasta los más ecuánimes, están vetados y no pueden asistir a cubrir notas de los cívicos en la plaza o en sus instituciones porque hay una presión para que se parcialicen. Ahí, el preguntar o cuestionar algo a los cívicos y sus afines es peligroso y puede ser motivo para ser declarado “espía del gobierno”. Incluso se nota que los gubernamentales canal 7 y Patria Nueva no tienen pisada al Comité Cívico, ni pueden cubrir libremente las huelgas de los cívicos y por eso se ven obligados a mostrar imágenes de otros medios. De eso no protesta Cabrera, parece que ya está aceptado que debe ser así.

 

Mostrándose funcional a los medios corporativos o pro cívicos, Cabrera está empeñado ahora en lograr que “la justicia” castigue a “los responsables” de las agresiones de periodistas en la jornada del martes 19 de agosto día del paro cívico, pero no protestó así cuando tres días antes de esos sucesos los unionistas apalearon al camarógrafo del canal 7, habiendo imágenes claras en los medios que lo registraron y los autores también son claramente identificables.

 

Sus poses son de indignación hipócrita. “Lo que estamos requiriendo es una profunda investigación sobre estos sucesos acaecidos el martes pasado (19 de agosto día del paro cívico), además de que el Fiscal ordene arraigo para estas personas para que se los mande a una audiencia cautelar”, dijo textualmente Cabrera cuando asistía a las declaraciones de un joven masista señalado como uno de los autores.

 

En la misma entrevista a un medio televisivo Cabrera demuestra gran entrega a las investigaciones porque hay que hacer show para los cívicos. “Hemos presentado una segunda querella criminal contra Richard Acosta Díaz, alias el morocho, por ser el supuesto autor de quien lanzó un ladrillo en el rostro del compañero Erwin Abel Arias el pasado martes 19 de agosto, y para él estamos pidiendo mandamiento de apremio y aprehensión, para que se lo pueda detener y venga a declarar porque ya está identificado con una directa agresión a un compañero de un medio de comunicación”, enfocándose sólo en lo acontecido el día del paro cívico en el Plan Tres Mil.

 

Y añadió más: “Hemos logrado identificar tres personas, el señor Richard Acosta, Jonatán Marquina y Sergio Di Marco que lamentablemente la Fiscalía desde ese momento no agilizó los procesos para lograr detenerlo, no obstante las pruebas, las imágenes, no obstante haber indicado el domicilio, él no sé dónde se encontrará pero nosotros estamos recurriendo a todas las instancias posibles y también estamos requiriendo la inspección ocular y reconstrucción de los hechos de acuerdo a la querella que hemos introducido para demostrar la directa agresión que han sufrido varios compañeros de la prensa”. Claramente el dirigente sindical de los trabajadores de la prensa muestra su esmero por lograr que se sancione a los agresores, de un solo lado, que cree actúan así debido a los discursos de Evo Morales cuando critica a los medios.

 

Entretanto, sobre esos mismos hechos los dueños de medios han sacado una publicación en todos los periódicos reclamando hipócritamente por los sucesos, publicación firmada nada más y nada menos que por el más fascista de ellos, el hijo del dueño de El Deber, el choco Rivera, un autonomista declarado, como casi todos los demás.

 

La dirigencia de la prensa cruceña, ha terminado lamentablemente resbalando a las posiciones cívicas haciéndose su cómplice abandonando efectivamente el plano de la independencia, lo que sería verdaderamente loable.

1 comentario

Compopular -

Buenisimo el analisis, sigan adelante, por que esa es la realidad de lo que pasa con los medios de prensa y el Plan 3000. Compañeros de ASC, sigan adelante, les felicito, por que mantienen independencia respecto al gobierno,son criticos de los dos lados,pero estan muy claramente identificados con la causa del pueblo. Felicidades. Traten de que estos analis lleguen a mas personas y por otros medios,en otros formatos.