UN MILLÓN DE REHENES DEL PALO CÍVICO
- Qué escandaloso caso de terrorismo se da en Bolivia cuando grupos de fanáticos al servicio de empresarios y cívicos, hechos a los dueños de ciudades, obligan a la gente a encerrarse, y quienes se niegan son atacados.
- Lo curioso del caso es que lo realizan a nombre de la democracia, la libertad y la autonomía
Por Raúl Bustamante y Sergio López
Un paro terrorífico
Los cívicos en sus asambleas cupulares para cada paro inventan su leit-motiv. El nuevo pretexto para subyugar a un pueblo fue ahora la de “recuperar el IDH”, impuesto que correspondía a los fondos prefecturales y el gobierno decidió destinar a otros fines. Pero muchos anotan que este sólo es otro capítulo más de la pelea entre cívicos y gobierno para demostrar quién manda, quién tiene más poder y convocatoria.
El paro cívico se realizó pese a haberse dado previamente un referéndum revocatorio, donde se vio ratificado ampliamente el gobierno. Muchos aseguraban que con el referéndum se daría solución a los problemas de Bolivia. Sin embargo no fue así, pues ahora los movimientos cívicos, asumen posiciones más atrevidas, su desesperación parece acentuarse y su lenguaje se torna más agresivo.
Este paro fue además múltiple porque se desarrolló paralelamente en otras ciudades en Bolivia de la llamada media luna.
Los detalles del paro
Temprano, por la mañana, con más énfasis que nunca los dirigentes cívicos, especialmente un ganadero que tiene propiedades en Alto Parapetí, zona de conflictos por demanda de tierras, hacían pedidos para que la gente no abandone sus domicilios para nada, lo que puede interpretarse como una velada amenaza. En toda la ciudad se instalaron bloqueos de cívicos, unionistas y vecinos pagados -gente de condición muy humilde- llevados allí por los que se dicen dirigentes vecinales como Rodolfo Landívar o Edwin Fernández, pero que son conocidos agentes de los empresarios. Los bloqueos funcionaron en sectores céntricos pero por barrios alejados se vio una relativa normalidad en las actividades.
La Policía se vio muy disminuida, pues los unionistas los detenían e impedían el paso como si nada, llegando a agredir a dos de ellos y su vehículo. Este es un fenómeno que no es simplemente rechazo a la represión sino que es de tipo xenófobo, racista.
En distintos medios muchos ciudadanos protestaron por la medida, calificándola incluso de paro obligado que perjudica a los ciudadanos que nada tienen que ver con las peleas entre gobierno y cívicos. Buses detenidos con pasajeros protestaron contra la intransigencia de los bloqueadores y denunciaron que en diferentes puntos de bloqueo tuvieron que pagar.
Por su parte los unionistas, conocidos mentirosos, pretendieron hacer creer que capturaron a dos infiltrados, supuestamente pagados por el MAS, que estaban cometiendo atropellos con taxistas que circulaban después de la media noche. Los dos “infiltrados” estaban detenidos muy tranquilos en el Comité y uno de ellos incluso estaba sonriente mientras algún medio le entrevistaba, y “denunciaba” que le habían pagado 250 Bs. los masistas para hacer pasar por unionista.
Según denuncias por una radio local, se repartió en varios puntos de bloqueo sándwiches, pil-frut y leche y el resto se llevaba al canal Isuto para repartir al lumpen que habita ahí para que estén pendientes y en cualquier momento vayan a atropellar gente. Se denunció que esa plata sale de la Prefectura.
Mientras tanto el presidente cívico Marinkovic a primera hora de la mañana dijo que el paro era contundente y pacífico, eso pese a los atropellos que los unionistas cometieron de madrugada en su afán de hacer cumplir el paro. Además anunciaba un bloqueo de caminos de 24 horas.
El Plan Tres Mil, un dolor de cabeza para los cívicos.
Mientras los vecinos desde temprano debatían en mítines y reuniones en la rotonda del Plan. Llegado el mediodía se retiraron a almorzar momentos cuando los unionistas aprovecharon para aparecer. El pretexto que usaron para llegar al Plan fue que la “casa autonómica” había sido invadida por “masistas” y que el Plan “también es Santa Cruz”. Estuvieron respaldados por movilidades y la guardia vieja de la UJC que siempre se mantuvo detrás. Entonces se produjeron los primeros enfrentamientos de pobladores del Plan con estos unionistas que trataban de llegar a la rotonda. Fue un enfrentamiento de “masistas contra autonomistas” según los medios de prensa, los que se registraron a partir de ese momento hasta altas horas de la noche.
Más tarde llegó la Policía que en poca cantidad estuvo para resguardar el orden, aunque muy pasivamente haciendo lentamente una barrera para evitar que se enfrenten los dos bandos.
El objetivo unionista era tomar la Rotonda del Plan donde siempre se concentra gente que resiste los paros y está contra los cívicos. Justo en ese punto se realizó un acto simbólico para desconocer al prefecto y al alcalde y posesionar también simbólicamente a otras autoridades.
Noticias llegadas de otros puntos del Plan anotaban que se dieron incursiones unionistas, por ejemplo en el barrio Toro Toro, donde arrojaron piedras a las asas en horas de la tarde.
Otras zonas de bloqueo
En estos bloqueos los participantes fueron muy bien tratados con comida, llovieron los refrigerios y los almuerzos se los preparaba en el mismo lugar. Cuando se les consultó sobre el origen de los fondos para esa situación pues se limitaron a decir que los vecinos pusieron cuota. Denuncias hechas luego a una radio local de parte de vecinos afirman que a las 6 pm, frente a la peluquería Micky, se vio una cola “hasta con peladitos” para cobrar por haber hecho el bloqueo.
En la zona de la Villa Primero de Mayo se notó una relativa normalidad aunque con bloqueos.
Al mercado Abasto asistieron pocos vendedores porque se informó que dirigentes de asociaciones previnieron a las bases de la amenaza de saqueos. Quienes asistieron declararon abiertamente que se oponían al paro.
En La Cuchilla hubo mucho tránsito de vehículos, el mercado del lugar funcionó casi con normalidad, igual en el km 6 carretera a Cochabamba y poblaciones aledañas.
Pero lo más curioso es que el acomodado barrio de Equipetrol no paró, funcionaron los locales donde la gente bien fue a divertirse y por no fue la UJC para "hacer respetar el paro".
Sectores que se sumaron al paro
Los micreros acataron el paro, por ello la gente no pudo trasladarse de un lugar a otro. La participación de este sector es clave para hacer contundente todo paro. Es un sector que luego piensa recuperar esperando que los cívicos les apoyen en la subida de precios del pasaje. Los dirigentes de los micreros, fieles seguidores de los cívicos, fueron en persona a bloquear en algunos puntos, como también participaron de la última huelga de hambre obligando a socios del sindicato de micros Santa Cruz (directivos de las líneas de micro) a ir a la huelga “por lo menos unas horas”, así un dirigente asistía por la mañana y otro lo relevaba en la tarde y de yapa la línea tenía que enviar unos 30 platos de pollo a la broaster para los “huelguistas de hambre”. Ese es el carácter moral de esta gente.
Tal como los dirigentes micreros también hubo dirigentes universitarios a nombre de toda la universidad. Con la bandera de la U salieron a hacer cumplir el paro de los cívicos y hasta se hicieron presentes en el Plan para obligar a que acatarlo. Según ellos no hubo violencia.
El capítulo de los periodistas agredidos
Este día periodistas de varios medios sufrieron agresiones en el Plan. Temprano un canal de televisión lo denunció. Según el medio masistas les agredieron cuando hacían cobertura en el Plan Tres Mil, pero los denunciados retrucaron indicando que en el móvil de ese medio se trasladan unionistas hasta La Rotonda del Plan Tres Mil.
Cuando los enfrentamientos llegaron a niveles graves, los periodistas de los medios tan odiados por la población fueron víctimas de ataques furibundos en una cantidad nunca antes vista, pero en vez de que los trabajadores de medios que son fichas de sus patrones se hagan la autocrítica, han montado en cólera y acusan a Evo Morales de propiciar el ataque a los medios. Esto es posible pero no habría motivo si la gente no reconociera de forma cada vez mayor que las mentiras de los medios son enfermizas.
Seguimiento a los medios
La tónica de los medios fue alabar el acatamiento al paro y descalificar a los que resistían, a los que endilgaron ser “masistas” o “infiltrados”.
El canal 11, que tiene una línea pro-cívica muy fuerte, y está además dirigido por un hombre de confianza de los Kuljis, hacía preguntas muy dirigidas intercalando con arengas autonomistas como “el IDH no se negocia”. Este canal también tituló: “Medio país para por el IDH: la ciudadanía ha demostrado compromiso con la región”.
El canal 13 o Red Uno tituló acerca del paro: “Santa Cruz desierta y paralizada”, a tiempo de mostrar algunas calles del centro de la ciudad.
El canal 42 PAT “Jóvenes bloquean las rotondas: Así hicieron cumplir el paro”
El canal 57 “Obligaron a parar: Pinchan llantas”, cuando mostraban imágenes de los desastres que protagonizaban los unionistas cuando a golpes hacían cumplir el paro, hasta pinchando llantas de una ambulancia de Pro Salud. Otro titular de este medio fue: “Masistas toman la casa autonómica”, cuando se protagonizaban los enfrentamientos en el Plan Tres Mil”.
El canal 18, mostraba que pasajeros de flotas denunciaban que además de no dejarlos pasar, los bloqueadores en ciertos puntos les cobraron para pasar. Según Megavisión el 99 por ciento de la población acató el paro y fue pacífico, el único lugar (el uno por ciento) donde se produjo violencia fue en el Plan Tres Mil.
El canal 7, gubernamental, mostró las imágenes del ingenio San Aurelio, cuando allí se laboraba con toda normalidad.
Bloqueo de caminos del día siguiente.
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