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ASC Noticias - Reflejando la Verdad

CARLOS VALVERDE BARBERY CONVOCA A LA JUVENTUD CRUCEÑA A DERRAMAR SU SANGRE Y ENTREGARSE A LA VIOLENCIA SIN LIMITES

 * Pese a haber asumido abiertamente la postura independentista, los cívicos han decidido llevar a Valverde a cuanto acto sea posible, lo que implica que en el fondo están de acuerdo con su posición

* En la ultima Asamblea de la Crucenidad señaló que ser patriota "no es morir por la patria sino matar por ella" en una clara convocatoria a entregarse a la violencia fratricida a nombre de la patria camba

* La Federación de Fraternidades lo ha galardonado como "ciudadano ilustre", por paradójico que parezca igual trato ha recibido de parte de los sirvientes de los cívicos en la universidad cruceña que Valverde intervino a bala en los 70

* El propio Costas y Marincovic no se cansan de llevarlo como un amuleto, de mostrarlo a su lado, besarlo y abrazarlo. Es tal vez por cobardía, para que Valverde diga lo que ellos no se atreven

 

(ASC-Noticias) 11-Enero-08

Por Marcelino Villarreal                 ascnoticias@yahoo.es

La estrategia de los cívicos, es usar para sus planes a cualquier personaje que les sea útil. Es así que hace algún tiempo han optado para sacar del armario de los recuerdos y llevar como un estandarte más al anciano Valverde, conocido entre los falangistas y movimientistas como el "loco Valverde", a quien hasta hace un año ni lo tomaban en cuenta por haber fracasado en casi todos sus proyectos fascistas y ser una mala imagen. A este personaje, pese a sus antecedentes, el movimiento cívico empresarial lo presenta como ejemplo para la juventud.

Ahora Carlos Valverde Barbery, de nefasto pasado, a nombre de los intereses históricos de Santa Cruz y como parte de un plan guerrerista en acuerdo con los cívicos convoca a la juventud cruceña a prepararse para un enfrentamiento de carácter épico.

Currículum de un personaje que los cívicos presentan como ejemplar

Carlos Valverde Barbery, beniano de origen cruceño de quien se dice que también tiene raíces collas, fue primero y brevemente militante de la juventud comunista pero luego militó largamente en la Falange Socialista Boliviana (FSB). Golpista y conspirador empedernido, inauguró su participación en política en las frustradas asonadas golpistas de los terratenientes cruceños contra el gobierno del MNR en la década de los 50, formando en 1957, por encargo de FSB, la Unión Juvenil Cruceñista. Como se ve su iniciación política está marcada por la violencia que FSB siempre justificó como necesaria ante el "peligro comunista" a veces inexistente.

Fue opositor sañudo del régimen emenerrista, organizó una guerrilla contra él y luego encabezó la lucha contra Sandoval Morón. Fue diputado el año 1966 y se opuso a Barrientos, Ovando y Torres.

Fue partícipe destacado en el golpe de 1971, cuando el 20 de agosto, en Santa Cruz, metralleta en mano intervino la universidad pública. Está relacionado con la matanza de estudiantes y obreros en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) y Federación de Fabriles. Como premio recibió el cargo de Ministro de Salud de la dictadura dirigida por Banzer a la cabeza del Frente Popular Nacionalista, nombre de la alianza FSB-MNR y FFAA, pero no tardó en ser echado de forma escandalosa del entorno palaciego por su notable carácter disociador y conspirador, y no poder superar su odio al MNR. En 1974, tras descubrirse su intento de golpe, tuvo que escapar al exilio.

En 1980 participó como candidato presidencial en las elecciones nacionales obteniendo pocos votos pues al parecer ni la militancia falangista votó por él. De ese revés nació su resentimiento que fue aumentando para concluir más tarde en un rompimiento definitivo con este partido. Valverde no pudo conseguir ser el heredero de Únzaga de la Vega y de Mario Gutiérrez por no tener suficientes luces teóricas y capacidad para dirigir, así terminó dirigiendo sus esfuerzos  hacia la destrucción de FSB.

En cierto momento su nombre apareció en las listas de la DEA y se sabe de su dependencia del alcaloide que hasta ahora le persigue.

Su carácter beligerante lo llevó a reaparecer en 1981, en una acción violenta y aislada, esta vez en la toma del Campo petrolero Tita, encabezando un grupo de seguidores, protestando contra el dictador Luis García Meza y exigiendo su salida del gobierno. Supuestamente este hecho es para Carlos Valverde hijo, también participe de la aventura, una prueba de apego a la democracia y parte de la lucha por recuperarla, siendo que en realidad esta acción estuvo marcada por el notable ego del líder que buscaba salir de su aislamiento y como reacción contra quienes se opusieron a su participación en el régimen garciamecista que estaba repleto de falangistas que le odiaban. Antes de esa rebeldía de ultima hora, los Valverde y muchos de los padres y abuelos de los actuales civicos autonomistas vivieron felices los primeros meses de la dictadura y la recuerdan como una bella época pese a que Santa Cruz fue declarada región militarizada, eso contra lo cual, ahora, protestan por la posibilidad de que el MAS haga lo mismo.

Fue radical opositor derechista a la UDP. Producto de las elecciones del 80 fue diputado el año 1983. Reapareció en 1987, fundando el Movimiento Federalista Democrático (MFD), como parte de su intento de borrar su pasado falangista, pero el MFD fue un partido que fracasó en términos electorales aunque sembró la semilla del actual movimiento de corte separatista, disimulado de autonomista, que cada día asume contornos más claros por ejemplo con la aparición del estatuto autonómico, que según algunos se ubica más allá del federalismo pues plantea que Santa Cruz tenga su propia soberanía, cuestión que los círculos cívicos manejan como algo normal.

Valverde, tras sus fracasos juró que no volvería a la política, pero el año 2000, en el segundo gobierno de Banzer, cuando la crisis social se iniciaba y conflictos como la Guerra del Agua ponían al gobierno en aprietos, Valverde y la Unión Juvenil Cruceñista reaparecieron llamando a tomar las armas para matar collas y desbloquear los caminos obstruidos por los colonizadores, procediendo a llenar listas de voluntarios para marchar a Yapacaní y San Julián. También estuvo apoyando la creación del grupo Nación Camba. Actualmente, con la senilidad ¡quién lo creyera!  ha evolucionado a posiciones más ultras planteando la independencia total de Santa Cruz como una nueva república, tal como el argentino Gandía proclamará en su libro provocador escrito en los años 30 por encargo de las petroleras y del gobierno paraguayo de ese entonces.

En medio de su accionar tan díscolo es destacable como fenómeno político de persistencia y que evidentemente ha influido con sus posiciones derechistas en el entorno regional. Ya en el programa que enarboló cuando fundó el MFD aseguraba, como hoy predican los cívicos, que todos los males del país se debían a la existencia del centralismo, sin entender el carácter clasista del estado, y que es producto de la realidad económica y de atraso.

Los cívicos cruceños han decidido ponerlo a su lado

Pese a haber asumido abiertamente la posición independentista, los cívicos han decidido llevar a Valverde a cuanto acto sea posible, lo que implica que en el fondo están de acuerdo con su posición como una opción a tener en cuenta. Aparece en las asambleas cívicas, en concentraciones y en los cabildos carnavalescos, donde expresa de forma crasa ideas ultristas, por ejemplo en la ultima Asamblea de la Crucenidad señaló que ser patriota "no es morir por la patria sino matar por ella" en una clara convocatoria a entregarse a la violencia fratricida a nombre de la patria camba. Los grupos ultras que presionan sobre el Comité Cívico y el Prefecto, y que parecen tenerlos secuestrados, lo adoran y lo llevan en andas como un santo o como una momia viviente.

La aparición de estos movimientos cívicos ultras parece haberle inyectado a Valverde nuevas hormonas y los cívicos, presurosos, no temen mostrarlo como destacable y ejemplar "patricio cruceño". La Federación de Fraternidades lo ha galardonado como "ciudadano ilustre", por paradójico que parezca igual trato ha recibido de parte de los sirvientes de los cívicos en la universidad cruceña que Valverde intervino a bala en los 70. El propio prefecto Rubén Costas y el presidente cívico Branco Marincovic no se cansan de llevarlo como un amuleto, de mostrarlo a su lado, besarlo y abrazarlo. Es tal vez por cobardía, para que Valverde diga lo que ellos no se atreven, o para usarlo como espantapájaros del gobierno del MAS. En todo caso la agrupación Autonomías Para Bolivia tiene mucho que con ver con el retorno de este Lázaro.

Esto es un fenómeno que forma también parte de la realidad cruceña, donde la clase dominante, esa oligarquía regional dominada por terribles miedos conservadores, amarra a la juventud a su carro autonomista liberal, y la obliga a sostener lo viejo, el pasado, sin permitirles pensar diferente, exigiéndole se mantenga en cánones caducos o sea superados, no otra cosa es esa convocatoria a defender "nuestro modo de vida". A la vez, y como compensación, permiten el desenfreno alcohólico y sexual de los jóvenes. Qué dramático que los cívicos que se dicen ser defensores de la familia y de sus hijos pongan de ejemplo a Carlos Valverde Barbery. Lamentablemente a ello se debe que Santa Cruz no haya podido remontar el modernismo cultural, sino tener copias burdas, y se haga del costumbrismo algo obligatorio. Los que se salen de esos límites están condenados al ostracismo en su tierra o ser vistos como raros o como "collas traidores".

El plan guerrerista para lograr la independencia

Desde hace un tiempo, y aparentemente como parte de un plan conjunto, Valverde peregrina de un lado para otro, pese a sus años, en una cruzada casi evangélica, que en este caso no puede ser sino para sembrar la violencia, y se lo ve por todas las instituciones y empresas, principalmente de los fraternos, reuniendo a gente y diciéndole que hay que armarse y prepararse para la guerra, anunciando el Apocalipsis, que parece ser la única forma de realizar su sueño de ver destruida a Bolivia.

Como parte de ese plan, antes de la Navidad, Valverde apareció sorpresivamente en las pantallas de los medios televisivos, apenas balbuceando y de forma grotesca, leyendo una proclama convocando a los jóvenes cruceños a armarse con bates, piedras, palos, resorteras con bolillas de vidrios, revólveres, pistolas automáticas, carabinas 22, bombas molotov, "todo lo que sirva para defenderse", porque según él la guerra civil contra el comunismo masista-andinocentrista-colla es inevitable y que los jóvenes en especial, deben prepararse para ofrendar sus vidas por "Santa Cruz", por las autonomías y demás vainas.

Aunque no lo dice, por su actitud tiránica y el tono casi díscolo de sus palabras se entiende que aquellos que no hagan caso de sus órdenes lunáticas serán considerados traidores de esta "noble tierra que los cobija como una madre". Es similar argumento al que los nazis usaron para obligar a la juventud alemana a ir a la guerra, los que no lo hacían eran unos traidores y maricones, y no merecían nada del noble pueblo teutón, los que se quedaban en las ciudades debían estudiar y apoyar al régimen, callar, no protestar, pues eran unos "privilegiados". En todos los casos lo que se usaba era el miedo, miedo a aparecer poco patriota, poco hombre. Es eso mismo que se quiere usar ahora en Santa Cruz, aunque los cívicos no dejan de repetir sin empacho que luchan por "Libertad" y "Democracia".

No sorprende que los medios sean de nuevo el canal para llevar adelante los planes conservadores dando cobertura a fascistas como es Valverde, pese a ser un ejemplo tan negativo, en hechos y palabras, ser conocido toxicómano crónico y principalmente no ser representativo de algún sector importante de la población. Un periodista de apellido Pando, que promueve el odio y la violencia, y es conocido por tener fijaciones con los pantalones de conocidos derechistas, se esmera en proclamarse heredero de los pantalones de Carlos Valverde.

Desde hace rato, los medios, en especial los televisivos, decididos a generar y fomentar el enfrentamiento entre regiones, el terror entre la población, echan mano de todo lo que pueden esparciendo rumores de tomas y sitios contra Santa Cruz, de corte de servicios públicos por parte de las hordas del gobierno, que aunque nunca se han cumplido igual quedan como anécdotas.

Sin embargo la juventud se resiste a la guerra

El triste espectáculo de Carlos Valverde Barbery se da en momentos que se produce el diálogo entre gobierno y prefectos, cuando gruesos sectores de la población cruceña, especialmente jóvenes adultos de diversos estratos sociales, esperan que de ese encuentro salga una solución que aleje a los fantasmas de un enfrentamiento sangriento promovido por los fanáticos autonomistas y masistas.

La gente anhela una solución dialogada porque teme que por la pelea de comadres de civicos y gobierno se la arrastre a una confrontación que divida amistades de toda la vida y acabe con lazos familiares establecidos, que haga inviable el desarrollo del país, que promueva su pulverización y el agravamiento de la crisis económica.

Pese a eso, Valverde, junto a otros de su generación y viejas beatas, van esparciendo su veneno por todos lados, reuniendo a la gente para anunciarles la próxima conflagración, llevando su proclama y enlistando personas en un libro de registro en el cual anotan los teléfonos de los "voluntarios" para llamarlos cuando suene el clarín de la guerra. Le siguen un grupículo de mozalbetes, unos enceguecidos por el fanatismo que reciben de la labia de los viejos carcamanes, otros simples alquilados y manipulados por la plata y la prebenda.

Las encuestas de televisión muestran a los jóvenes diciendo que esperan que los bandos lleguen al diálogo y no a la guerra, pero los vejestorios, sobre todo esos que se sientan en la plaza para ver si seducen a alguna jovencita, dicen que los jóvenes deben prepararse nomás para ir a la conflagración bélica o sino cargar con la cruz de traicionar a "Santa Cruz que es como la madre".

Como prueba clara de que gran parte de la fuerza, iniciativa y financiamiento de la violencia es liderada por gente muy mayor que cree que los jóvenes son pelados a los cuales pueden manejarlos de los mocos, está lo sucedido en las puertas del hotel Los Tajibos la semana pasada, cuando llegó García Linera a reunirse con personeros de la Jindall, y aparecieron a la puerta unos cuatro vejetes comandando a muchachos, incluso menores, reclutados por plata en las esquinas y canales, haciendo escándalo y ruido con petardos y gritos contra la presencia de Linera en Santa Cruz. Los medios cobardes se callan ante este uso y abuso de menores y dijeron que eran "vecinos molestos con Linera".

Hasta ahora, el plan de los cívicos ultras no funciona, porque esperaban que tras las declaraciones de Carlos Valverde Barbery una oleada de gente sensibilizada, viendo a ese anciano con el vigor suficiente para convocarles a la guerra, decida salir a las calles en manifestaciones pidiendo armas y muerte. Eso no ha sucedido. La juventud cruceña, por lo menos la trabajadora y responsable, afortunadamente no sigue a los viejos derechistas, pero el miedo a decir la verdad cunde pese a que los cívicos dicen que "vivimos en la tierra sin dueño". Del miedo también la juventud debe sacudirse, es imperioso para que las nuevas generaciones no digan que efectivamente los que tuvieron la posibilidad de denunciar la verdad no lo hicieron.

Poco antes de morir la exsecretaria de Hitler, una bella joven que creía en las bondades del Führer y que luego sintió una gran frustración y congoja al saber de la matanza de judíos, confesó que por mucho tiempo se excusó de haber simpatizado con el nacional socialismo diciendo que en ese entonces ella era joven y que no tenía forma de conocer la verdadera cara del régimen nazi. Sólo al saber de la historia de universitarios alemanes ejecutados por los nazis por hacer propaganda contra la guerra y contra Hiltler, ella realizó su autocrítica y afirmó, con lágrimas en los ojos: "ser joven no es una excusa, yo debía saberlo". Ojala que esta escena no se repita con muchos jóvenes cruceños de hoy cuando la cara brutal de los cívicos se revele completamente haciendo de Santa Cruz un pueblo odiado. Ser joven no es excusa para callar la verdad y se permisivos con viejos fascistas criminales como Valverde y compañia.

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