CASO DE LA CARRETERA DEL TIPNIS EN UNA ECUACIÓN
Con la realización del proyecto de carretera que atravesará el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Securé), el gobierno del MAS se orienta con una visión desarrollista a pasar por encima de las normas que en su propia constitución incorporó para la defensa de los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas.
(ASC - Noticias) 20 - octubre - 2010.
Por Luis F. Pacheco
El día 4 de octubre de 2010, fue una fecha hito para el Instituto de Ecología y la Carrera de Biología, que junto con el Centro de Estudiantes de dicha carrera, organizaron y llevaron a buen término un evento de discusión sobre el tema de la construcción de la carretera que atravesará el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Como el evento fue convocado por el sector académico de la sociedad (instancias de la UMSA), tuvo un carácter fuertemente académico. Cualquiera pensaría que el tema central fue la defensa del TIPNIS como área protegida, en virtud a su enorme riqueza biológica, dado el sesgo natural y orgullosamente llevado por l@s biólog@s; pero no, el evento fue muy balanceado. Se comenzó con una exposición sobre los aspectos culturales a ser impactados, que estuvo a cargo de Elizabeth Huanca, quien luego cedió la palabra al Presidente de la Subcentral Indígena del TIPNIS, Don Adolfo Moye Rosendi. Estas dos exposiciones fueron contundentes en señalar, por un lado, las preocupaciones de tipo académico sobre el impacto cultural de la carretera y, por el otro, el punto de vista de vivencia y vida misma, que con la exposición de Don Adolfo nos llevó a preguntarnos si la nueva CPE realmente es un marco de apoyo a los pueblos indígenas o simplemente un nuevo papel que pisotear.
Con estos dos temas en el tapete, debería ser suficiente para que el país decline su propuesta de abrir una carretera a través del TIPNIS, pero como vivimos en este mundo (basado en otros criterios, principalmente económicos), era necesario escuchar otras dos visiones del asunto: el tema ambiental fue tratado por James Aparicio (biólogo) y el tema económico por Lía Peñarrieta (Ing. Civil). Ninguna sorpresa en el tema ambiental, los impactos serán devastadores sobre una de las áreas de diversidad biológica más ricas de Bolivia. Sin embargo, “los pajaritos, plantitas y caimanes” no son normalmente el plato fuerte en estas discusiones. El tema central suele ser el desarrollo económico de las regiones y los caminos, en un país como Bolivia, suelen ser sinónimo de ese tipo de desarrollo. La exposición de Lía Peñarrieta tiró por el suelo las expectativas de todo el mundo en relación a que el camino significaría un beneficio económico para el país. El análisis económico (con nivel de tesis de maestría) muestra (no sugiere, muestra) que EL PAÍS PERDERÍA DINERO con este camino. ¿Cómo?¿Qué un camino significaría mayor costo que beneficio ECONÓMICO? Sí, Bolivia está por invertir más de 100 millones y lograr un “beneficio económico” cercano el 50% de esa inversión; es decir, NI SIQUIERA RECUPERARÍAMOS LO INVERTIDO. Peor aún, estos cálculos se hicieron con estimaciones del costo de la carretera “en libros”, pero se reveló también que el contrato a firmarse estaría dos veces por encima del costo estimado para la carretera; es decir, sin entrar en acusaciones, la pérdida económica para Bolivia sería mucho mayor al 100% o incluso al 200% del costo de inversión…
¿Y la ecuación? Yo no soy matemático (apenas hago algo de aritmética), pero estoy seguro que la ecuación ya la resolvió usted:
Beneficios de la carretera = Beneficios económicos + Beneficios sociales + Beneficios ambientales - Inversión
La decisión, así planteada, debería considerar al menos esos cuatro aspectos. Las exposiciones académicas (es decir, basadas en el conocimiento más aceptado por la sociedad, el universitario) demostraron ayer que todos (SÍ, TODOS) los factores considerados resultan en un costo mayor al beneficio. Así planteadas las cosas, la ecuación queda:
Beneficios de la carretera = -Inversión – Mayores costos económicos (para el país) – Impactos sobre biodiversidad – Impactos socio-culturales
¿Qué parte del resultado de esta ecuación no se entiende? Ya dije que no soy matemático, pero mi limitada intuición me indica que, si todos los términos de un lado de la ecuación son negativos, entonces del otro lado no podemos tener un resultado positivo. Está claro que es posible que nos hayamos olvidado de algún factor a ser considerado en el lado derecho de la ecuación, pero…. ¿Cuál será? Yo imagino que quienes están promoviendo e insistiendo tanto en que esa carretera se haga, deben conocer ese término y seguramente que, al incluirlo en la ecuación, resultará que el análisis beneficios/costos es positivo.
Pero, qué raro que a los académicos de la UMSA se les pueda haber pasado ese factor…tan importante! No importa, estoy seguro que al gobierno no se le pasó ese factor y lo que corresponde ahora es preguntar ¿cuál es ese factor que no estamos considerando?
Basta de mate. Hay algo más que, como vieron, no incluí en la ecuación, pues no es un término matemático (los otros pueden serlo). La nueva CPE promueve, alaba y legaliza las autonomías indígenas, se basa en la recuperación de la dignidad de los pueblos pre-coloniales y se fundamenta en las ideas del Vivir Bien, que habrían salido de las raíces mismas de nuestros pueblos. Ahora bien, las 10 mil (creo que esa era la cifra) personas que viven actualmente en el TIPNIS son parte justamente de esos pueblos indígenas. No solamente eso, tienen títulos de propiedad (colectiva, pero propiedad) sobre ese territorio (TCO) desde hace mucho tiempo, otorgados por el mismo Estado boliviano. Pues la sorpresa para ustedes podría ser que esa gente, que siempre vivió sin camino y que seguramente la mayoría de los habitantes de este planeta asegurarían que están super contentos con la noticia de un camino por el medio de sus tierras, NO QUIERE EL CAMINO. En serio! Esa gente, los legítimos dueños de esas tierras, no desean el camino pues están seguros que el mismo les traerá dolor y muerte. Ellos (y ellas, claro) temen porque su cultura está basada en la vida tal como la viven ahora, sin camino. El camino traerá más gente, la mayoría de la cual no sabe (ni le interesa) manejar el ambiente de la forma que lo hacen los actuales vivientes. Es decir, será, según palabras de Don Adolfo, el fin de su cultura en el TIPNIS. Pero, ¿es que no se les consultó antes de planificar y trazar el camino? No dice la nueva CPE que esto es imprescindible? Sí, lo dice.
Y no, no es que los indígenas del TIPNIS no sepan de los grandes beneficios que traerá la carretera. Ya vimos arriba que NO HAY BENEFICIOS, NI SIQUIERA ECONÓMICOS para ellos, ni para el país. Al contrario, será una mala (pésima) inversión de nuestros recursos y, peor aún, para aniquilar las esperanzas de un pueblo de alcanzar ese tipo de desarrollo que los discursos insisten en defender como el Vivir Bien. ¿Cuándo entonces veremos el Vivir Bien? A este paso… NUNCA!
Sería poco inteligente de nuestro país seguir adelante con un proyecto que no sólo va en contra de su propio discurso, internacionalmente glorificado, sino que NO CUMPLE CON LA MATEMÁTICA BÁSICA!!!!!
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