ÉSTA SERÁ UNA CARRERA ELECTORAL LLENA DE MANIPULACIÓN
* Como la experiencia lo demuestra, unos candidatos apelarán al sentimiento religioso, familiar y/o regionalista, a aspectos culturales como “nuestro modo de vida”, y otros se concentrarán en el “proceso de cambio”, todo para tener a la gente en sus manos. (ASC–Noticias) 12–Octubre-09 Por Oscar Miranda* Se inició la carrera electoral y con ella también retorna la manipulación de los sentimientos de los potenciales electores para que, conmovidos por una u otra oferta, una u otra artimaña propagandística, decidan y emitan su voto el 6 de diciembre próximo cuando se elijan presidente, vicepresidente y miembros de la nueva “Asamblea Legislativa Plurinacional”. Son recursos que los partidos suelen usar para manipular a los electores, muchos de estos “recursos” de carácter psicológico. En el pasado reciente ciertos comandos políticos elaboraron campañas inescrupulosas apelando al sentimiento religioso, familiar y/o regionalista, a aspectos culturales como “nuestro modo de vida” y de parte del oficialismo el sambenito del “proceso de cambio” es el gran argumento, todos buscando tener a la gente en sus manos. En esta nueva campaña los ciudadanos serán víctimas de todo un arsenal de tácticas electorales que ya se perciben y seguro terminarán hastiando al gran público. Lo que pasó en las anteriores campañas Con la asunción del gobierno de Morales, la oposición y sus medios asumieron un estilo un tanto antiético en una serie de campañas de manipulación psicológica ya conocidas que acabaron como efecto boomerang favoreciéndole y que el gobierno aprovechó para mostrase como la víctima. Se preocuparon de hacer ver al MAS como una organización políticamente peligrosa, orientada hacia el comunismo. Por ejemplo, en su momento, los opositores plantearon que los “horrores” que se viven en Cuba sean el espejo donde nos miremos para no ir al desastre que sería el socialismo. Durante la campaña por el NO, a la nueva CPE, en algún medio televisivo alguna presentadora dijo que la restricción de las libertades en Cuba llegan a tal grado que “no hay TV cable, tampoco celulares, y de remate no se puede hacer un churrasquito para pasarla en familia”, como si todos tuvieran esa forma de vida en Bolivia. También hace tiempo, todo el espectro derechista de opositores algunos de conocida trayectoria vinculada a las dictaduras y de recalcitrante fanatismo trataron de posesionarse con una imagen de pacifistas y demócratas usando repetidamente las palabras “democracia, libertad, unidad, justicia y paz” como para autoconvencerse. Tenían un jingle radial donde un niño exigía a su padre que actúe para no permitir que en el futuro se quede “sin libertad”. Pero el discurso pacifista no se corresponde con acciones orientadas a deshumanizar al adversario, generar discriminación y lograr el choque violento. Usaron pensamientos de Ghandi pero ¡para provocar violencia! Durante las tomas violentas de septiembre de 2008, no eran instituciones de los bolivianos las asaltadas, “sino masistas”, según las cadenas televisivas. Y quienes contradecían las posturas de los cívicos fueron catalogados sin mayor argumento de “masistas, andinocentristas, traidores a Santa Cruz”, y otros epítetos. En una u otra contienda electoral o consulta, el uso de las encuestas para posesionar a los candidatos o ideas ha dejado huella, fue otra manera de manipular con cifras pero que al final no reflejaban los resultados y dejaron mal paradas a las empresas encuestadoras, en no pocas elecciones. El sentimiento religioso El gancho de la religión ha aparecido con más fuerza. Esta vez, Manfred Reyes Villa y René Joaquino le imprimen a su campaña tonos religiosos. Iniciaron con sendas misas, compitiendo cada cual por mostrarse cargando la cruz o comulgando; o tal vez pretendiendo ser los “redentores”. Tienen la idea de que así pasaran por píos. Varios candidatos de Reyes Villa estuvieron en esos ajetreos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Pero el propio arzobispado se quejó de eso, pidiendo que no se use a la Iglesia para hacer política, aunque en los hechos la Iglesia hace política activa, tal como se oye en los sermones oficiosos del Cardenal Terrazas domingo a domingo. Si ahora el vocero cardenalicio Marcial Chupinagua critica a los políticos es probablemente debido a que la oposición sólo es división y confusión creciente. Es fácil manipular a un pueblo religioso, más aún considerando que Santa Cruz tiene una tradición católica muy arraigada y casi fanática, entonces será pan comido. En esa tarea compiten todos los candidatos, protestantes y católicos. El protestantismo, que toma cuerpo en esta región del país, como ya lo hizo en el resto, tiene su expresión en el protestante Charles Suárez que propone algo así como “traeremos a Dios de vuelta al Palacio”. Pero del lado de Evo Morales aparecen también sus voceros religiosos como un obispo protestante sumándose a su campaña. En la campaña por el NO a la nueva CPE, los opositores cívicos alarmaron con afiches de la cara de Cristo sangrante, llamando a “votar por Dios”, impedir el aborto y la homosexualidad. Esta propaganda circuló por toda la ciudad con gran profusión y especialmente en la universidad pública y la plaza, y vaya que tuvo gran efecto en los sectores más atrasados que consultados dijeron haber votado NO para evitar que desaparezca la religión y no se den los matrimonios homosexuales. El sentimiento regionalista Se ha manipulado mucho a la población cruceña con el aspecto regionalista. Es otro gancho que por un buen tiempo ha dado resultados a los grupos corporativos que manejan Santa Cruz. Eso con la ayuda del enorme despliegue mediático tratando de mostrar mucho apoyo y cantidad de ciudadanos, y sobredimensionando los resultados, ahí está el “cabildo del millón” que no soporta un examen serio. Durante los denominados “cabildos”, los medios de difusión aseguraban: “Santa Cruz está en esta concentración”, algo así como que quien no estaba allí no era cruceño. Pero esta manipulación de la realidad de a poco se fue desinflando. En los medios, televisivos principalmente, las entrevistas se dirigieron a eso, a estimular el sentimiento regional y llevarlo a planos chauvinistas. Asegurar que “es por Santa Cruz”, “habla Santa Cruz”, enarbolar la verde blanco verde, o hacer cualquier otra referencia a las virtudes de lo local aseguraba éxito al candidato u orador. El propio alcalde Percy Fernández expresó que el estilo cruceño es ese, lisonjero. Pero el uso de la bandera cruceña se llevó la flor promoviéndose la formación de bosques de banderas en todo acto, pero que luego aparecían desechadas, pisoteadas, tiradas en la calle, llegando al punto de perder su esencia arrastradas como trapo. Pero los del conservador Club Social la ponen siempre gigantesca y en la plaza central con leyendas en medio para promover el chauvinismo e incluso la violencia tales como “si la querés, defendela”, “nuestro himno es sagrado” y otras. Los ganchos para obtener el voto seguro pasarán por la defensa de las costumbres, de la forma de ser del cruceño y la necesidad de que Santa Cruz adquiera mayor poder político. Pero el problema de los cívicos regionalistas convertidos en políticos está en que sus errores y las circunstancias los han ubicado dentro de las candidaturas nacionales en posiciones secundarias cuando lo que proclamaban inicialmente era “presidencia o nada”. Su debilidad convertirá su manipulación regionalista ya no en el “rugido del león” sino en la súplica del mendigo y de varios, porque están repartidos en diversas planchas. Con sus candidatos locales, el Gobierno de Morales pretende aprovechar los errores de sus enemigos y mostrarse menos regionalista y más reconocedor de las diferencias, del derecho de los sectores llegados del interior, aspecto que se torna crucial para adelante. Unos dicen que defienden la familia, otros acusan de insensibilidad a los opositores Argumentos como Evo y Linera “no saben lo que es ir al mercado, no tienen hijos, no tienen familia”, han sido usados por los sectores conservadores de la sociedad cruceña, enarbolando a la “familia” y el matrimonio como única alternativa aceptable en la sociedad, un tanto guiada por el lema falangista “Dios - patria - hogar”. En tanto que el gobierno usa argumentos como que “la oposición quiere quitarles los bonos a los ancianos, a los niños, a las madres”, esperando que el pueblo rechace a sus contendores. El papel de los medios La gran mayoría de los medios forman parte activa de las campañas, toman partido. Desde las elecciones municipales de 2003 y las crisis política de esa época, los medios han dejado atrás su supuesta “neutralidad”, y lo vemos específicamente en Santa Cruz donde se volvieron herramientas de campaña, incursionando en tareas como organizar elecciones, cabildos, referéndums, y dejando atrás sus verdaderas funciones, dominados por aparatos cívico-empresariales y políticos de objetivos siniestros. El debate, instrumento para asaltar las posiciones masistas Actualmente el debate gira curiosamente en torno a si Evo debe debatir con sus contendores tal como se hace en otros países. Hay un gran debate sobre el debate y no sobre los temas cruciales. La oposición parece reconocer que este es un terreno no suficientemente explotado y ahora busca influir sobre la población y su espíritu democrático para que Evo y García Linera se avengan a un debate público del que esperan obtener mucho provecho. Su desesperación es grande, Doria Medina asegura que si Evo Morales no acepta es por cobarde, otros dicen que es por ignorante o porque no puede responder a cuestiones como la corrupción, el fracaso de la nacionalización, el crecimiento del narcotráfico y otros. La respuesta no parece ser igual en todo el MAS, algunos recogen el guante y dicen estar dispuestos a debatir públicamente. Por ejemplo García Linera o la ex delegada presidencial, Gabriela Montaño, pero Evo dice que debatirá con el pueblo y no con la oposición de perdedores, privatizadores, neoliberales y otros adjetivos tremendistas. Los cálculos electorales que aconsejan no tener debates públicos con quienes están muy abajo en la intención de voto se contraponen con el interés de demostrar la validez de las ideas y la equivocación de los contendientes. De todas maneras el debate es una cuestión que no necesita un escenario, se desarrolla principalmente planteando IDEAS serias y no maniobras. ¿Dónde están las ideas? Esa es la cuestión. Pero el gran instrumento manipulador de las aspiraciones populares se encarna en el ofrecimiento de seguir adelante con el “proceso de cambio” del MAS, complementado con el ofrecimiento de industrialización en cinco años, todo lo que poco a poco aparece como engaño pues sigue funcionando el neoliberalismo, la corrupción no da tregua atacando la gestión pública y siguen las trasnacionales dictando su voluntad sobre el interés y las necesidades nacionales. *Periodista, oxmiranda@gmail.com
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