MUERE OBRERO EN SAN AURELIO Y NADIE DICE NADA
(ASC-Noticias) 21- julio -2008
Por Julio Figueroa
Tras un grave accidente falleció el obrero del ingenio San Aurelio, Don Eusebio Solares. El accidente se produjo la mañana del viernes 27 de junio, cuando, según versiones de sus compañeros de trabajo, recibió una descarga de líquido azucarado hirviente (cachaza) y cayó, desde una altura de 3 metros, con tan mala fortuna que acabó en el canal que desagota el agua hervida, haciendo más terrible el caso. Como resultado de ello, la mayor parte de su cuerpo sufrió quemaduras graves. Fue llevado a una clínica local, donde permaneció con vida uno o dos días pero finalmente falleció. Sus restos mortales fueron enterrados en el cementerio El Pajonal.
Don Eusebio dedicó gran parte de su vida a trabajar en el ingenio azucarero San Aurelio, contaba con 50 años de edad. Su labor era la de controlar válvulas. Ese día aciago se hallaba realizando normalmente su labor, pero una de las válvulas que manipulaba se salió de su lugar de forma brusca provocando que sea salpicado por la cachaza hirviente (un producto del procesamiento de la caña) y que perdiera el equilibrio para caer sobre un canal donde corre agua hervida y que en esos momentos no estaba cubierto. En medio del vapor sus compañeros buscaron a Don Eusebio para auxiliarlo y su consternación fue grande al hallarlo en ese canal de agua hirviente. Socorrido inmediatamente fue trasladado de urgencia a una clínica privada pero los esfuerzos para salvarle la vida fueron inútiles.
Ante esta lamentable desgracia para los trabajadores del ingenio y para la familia Solares, curiosamente los medios de prensa local no han dado a conocer el hecho, pero si muere un obrero boliviano en España se arma todo una novela con despachos al vivo y pedidos de la familia para que Aerosur repatrie su cuerpo; tampoco se conoce ningún pronunciamiento de parte de la Dirección Departamental del Trabajo, ni de ninguno de los dirigentes de las dos C.O.D. ni de fabriles. Los dirigentes del Sindicato tampoco han salido a denunciar este hecho sumamente grave. El hermetismo en la patronal es grande aunque corre un comentario insensible que dice que a la familia de don Solares no le corresponde beneficios sociales porque era un trabajador que no tenía contrato indefinido.
Horas más tarde, en la misma mañana del día del accidente, un grupo de investigadores de la policía, seguramente enterados del hecho, llegaron hasta las puertas del ingenio, ubicado en la Av. San Aurelio a la altura del 4to anillo, buscando realizar averiguaciones pero no se les permitió el ingreso a las instalaciones. Recién en la tarde pudieron cumplir ese cometido sin saberse los resultados hasta ahora pero se supone que ese lapso de tiempo fue usado para cubrir la negligencia de los responsables de la seguridad industrial.
Inseguridad industrial tiene en peligro a los trabajadores
Este accidente fatal muestra, una vez más, el peligro al que están expuestos los obreros de ese ingenio. Varios trabajadores han hecho conocer que en el pasado hubo otros accidentes, justo en ese canal por donde corre el agua hervida, ácidos y otros líquidos utilizados en la fábrica. Una investigación imparcial debería determinar el grado de responsabilidad de la seguridad industrial de la empresa, si hubo negligencia, si hubo descuido. San Aurelio es una planta conocida por el uso de tecnología obsoleta y tampoco sería raro que la fatiga del material sea la causa.
Hay muchas preguntas que se deben responder. Por ejemplo ¿Por qué el canal estaba sin tapa sabiéndose el riesgo que representa? ¿Por qué la válvula que manipulaba don Eusebio Solares se zafó? ¿La ropa que llevaba puesta Don Eusebio era la adecuada para esa sección de trabajo? y otras. La falta de seguridad industrial es más evidente ahora con el accidente del ya fallecido Solares. Pese a haber profesionales de esa área contratados por la empresa se ve que hay alguna falla, no hay adecuadas previsiones de seguridad industrial que se implementen necesaria y permanentemente y no está exenta de responsabilidad la planta ejecutiva y la encabezada por el actual presidente del ingenio azucarero San Aurelio, Señor Gutiérrez. Un trabajador comentaba que el dueño del ingenio se “tacañea” hasta para dar guantes a los trabajadores y cuando se le solicita lo que se escucha como respuesta es ¡aquí no se necesitan guantes!
Se sabe que en otras ocasiones han ingresado comisiones de inspección al ingenio y en esas circunstancias lo que hace la patronal es tomar algunas medidas para disimular y luego los informes dicen que no existe ningún problema de seguridad industrial, pero las cosas no están bien. Ante la falta de control del Estado ¿quién puede hacer lo que corresponde? Los trabajadores están llamados a exigir medidas urgentes sobre el asunto, a exigir soluciones en las secciones de mayor riesgo y pueden hacerlo a través de los dirigentes del sindicato o dando a conocer el problema a los demás, para que haya mayor presión y se den soluciones inmediatas.
No existe una preocupación verdadera por la seguridad del trabajador a pesar que la Ley General del Trabajo, en su artículo 67 dice “El patrono está obligado a adoptar todas las precauciones necesarias para la vida, salud y moralidad de sus trabajadores. A este fin tomará medidas para evitar los accidentes y enfermedades profesionales…” pero cuando un trabajador reclama, inmediatamente lo amenazan con aplicar las leyes, meterlo a la cárcel, o despedirlo.
La clase obrera es la que se lleva la peor parte ante la falta de una seguridad industrial integral, no sólo en esta empresa sino en otras. Este hecho es un ejemplo de cómo esta burguesía, dueña de las empresas, no garantiza la seguridad física del trabajador que es el instrumento que le permite acumular ganancias, impera todavía un capitalismo salvaje.
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