OTRA MODELO CRUCEÑA DENUNCIA SER VICTIMA DE ACOSO SEXUAL DE PARTE DE EMPRESARIO PODEROSO
* Las damas cívicas también callan y no aparecen para apoyar a Colombo, por lo menos por solidaridad de género
* Más evidencias indican que violencia sobre la mujer seguiremos teniendo para rato
(ASC-Noticias) 24-Enero-08
Por Marcelino Villarreal ascnoticias@yahoo.es
La modelo y ex magnífica Vivian Colombo ha denunciado en días pasados haber sido víctima de acoso sexual y violación de parte del poderoso empresario del juego y de las apuestas José Peñaranda, ciudadano extranjero que dirige el conocido casino Bingo Bahiti.
Colombo afirma que aparte de ella hay otras señoritas que también fueron víctimas del acusado pero que no quieren declarar por miedo a represalias y sobre todo a la censura social.
He aquí una de las cuestiones que en Santa Cruz aún existe. Se ejerce una presión silenciosa, incuestionablemente aceptada, sobre las victimas de agresiones sexuales mientras la sociedad cruceña se vanagloria por "la belleza, la pureza y la nobleza de sus mujeres". En realidad lo que hay es un arraigado machismo en una sociedad plena de contradicciones donde es muy común que a las victimas de la violencia sexual, de todos los estratos sociales, les caiga la magnánima sentencia machista de "la puta se lo buscó, seguro que le gustó".
Vivian Colombo dice tener pruebas contundentes que respaldan su acusación pero su abogado ha dejado entrever que el sospechoso estaría usando de su poder económico y sus influencias en los altos círculos de la justicia y la sociedad cruceña para salir bien parado y dejar a su supuesta victima como la victimaria, como una mujer con problemas mentales y maquiavélica, que busca extorsionarlo con una fuerte suma de dinero.
El temor del abogado de la modelo se basa en el hecho de que la primera vez que su representada asistió a declarar ante el Ministerio Público, se encontró con la sorpresa de que Peñaranda también estaba presente en las mismas oficinas donde ella tenía que hacer la declaración. Esta irregularidad despertó la molestia de Colombo que luego de reclamar a viva voz sobre la presencia fuera de lugar e injustificada del sospechoso, salió intempestivamente de dichas oficinas.
El abogado del sospechoso aprovechó las cámaras de los medios presentes para asegurar que esa actitud indicaba que la acusadora es una mujer con serios problemas mentales. Sin embargo, lo que sí se puede afirmar es que con esta declaración, el sospechoso y su abogado se aproximan al patrón de conducta de los violadores que gozan de privilegios, es decir de cierta impunidad malintencionada que los hace actuar con dolo y premeditación para invertir la realidad.
La defensa de la modelo ha anunciado, hasta ahora, que a diferencia de otros casos, este conflicto no busca llegar a un arreglo económico. Colombo, asegura que busca sentar un precedente.
Este nuevo caso de agresión sexual a una profesional de las pasarelas (conocida por aparecer en calendarios de trajes de baño, semidesnudos que últimamente son muy cotizados como herramientas de marketing de las empresas privadas) que involucra a un poderoso empresario como sospechoso, tiene alguna similitud con otro caso ocurrido el 2006, el de Alejandra Urioste (también ex modelo y ex magnífica).
Es importante señalar los parecidos para profundizar en el entendimiento de cuán hipócrita es ese discurso de la institucionalidad cruceña, los civicos y los fanáticos autonomistas, que hablan de defender y enaltecer la dignidad de la mujer cruceña, a la cual elevan a estatus de casi tótem, pero a la vez, contradictoriamente, impulsan en el medio la promiscuidad sexual por ejemplo en el carnaval, recientemente elevado al incuestionable rango de "cultura". Se puede advertir que los cívicos sólo se ocupan de las mujeres si les da rédito político, impulsa la autonomía o denigra a los que no son funcionales a su modelo.
Según lo conocido, Alejandra Urioste fue víctima de acoso y extorsión sexual de parte de su ex novio, el poderoso dueño del ingenio azucarero La Bélgica, Rodrigo Gutiérrez, quién además se supone divulgó por Internet una serie de fotos con las cuales pisoteaba la dignidad y privacidad de Urioste. El empresario, despechado por el rechazo de su exnovia no sólo buscaba venganza sino también someter sexualmente a su víctima, a pesar de estar casado y con hijos. Como parte de su juego tendió una trampa para hacer ver que su victima también tenía problemas mentales y era en realidad una extorsionadora, llegando a encarcelar de manera irregular a su padre y su hermano. Para esto último se valió de sus influencias en el Poder Judicial cruceño, muy sensible ante una pila de dólares.
Gutiérrez también apeló a otras influencias para salir bien librado. Como patrón, movilizó a sus obreros para que reclamen por su dignidad y se asegura que ofreció un quintal de azúcar por ello. Por ser carnavalero y cruceño de "pura cepa", su comparsa y fraternidad publicaron sendas solicitadas en los medios impresos refiriéndose a Urioste en tonos vulgares, aquellos que los cívicos fanáticos generalmente usan para referirse a los masistas y a los que son calificados como "traidores" a Santa Cruz. Se aludió al origen colla de su padre y que por eso, Urioste se había revelado como portadora del virus de la "deslealtad", el "deshonor", el "resentimiento", el "odio" y la "envidia" hacia los cruceños, buscando mellar la dignidad de uno de los "honestos y trabajadores hijos de esta tierra" y a su familia.
Como empresario productor, Gutiérrez también tuvo el apoyo del Corregidor de Colpa Bélgica, representante de la Prefectura en la localidad donde se asienta el ingenio, y por ser hijo de un patricio cruceño y de una noble dama nacida en esta tierra el "licenciado Rodriguito" fue respaldado y bendecido por las representantes del Comité Cívico Femenino de La Bélgica, afiliado al pro Santa Cruz. Estas señoras, junto al Corregidor, firmaron una solicitada de apoyo en los periódicos de un calibre mayor y organizaron una bulliciosa marcha de protesta ante las oficinas del Ministerio Público en Santa Cruz contra la "contaminada" Alejandra.
Urioste, al igual que ahora Vivian Colombo, estuvo muy sola en esa batalla por su dignidad de mujer, dignidad que muchos "cruceñazos" creen que no se merece por el hecho de ser una mujer que como modelo profesional posó en paños menores alguna vez. La Casa de la Mujer, institución no gubernamental, le prestó su apoyo físico y moral y también ahora a Vivian Colombo que además está apelando para que intervenga la Defensora del Pueblo. Nadie de la dizque moralista institucionalidad cruceña se pone en estos momentos al lado de ella, criticando los dobleces de los poderosos ante la dignidad de las mujeres, ni el promotor de las magníficas, ni las magníficas que recientemente tuvieron su show carnavalero, que no se manifiestan para nada cuando una de sus colegas cae en desgracia, salvo algunas que son excepciones que también pasaron por lo mismo pero que callaron por miedo y vergüenza.
Pese al escándalo, las nuevas magníficas desfilaron en su show como si nada pasara, tal vez creyendo que no les va a tocar o porque es mejor no demostrar que son intelectualmente peligrosas para no echar a perder su carrera. Muestran cuán alienadas están y acaban ellas mismas trituradas por las luces, las cámaras, el afán del éxito fácil, usando solamente el cuerpo; tragadas por la maquinaria machista que hace modelos que deben ser el sueño de todo hombre pero no de una mujer.
En otros países, estos sectores ligados al espectáculo se organizan para defenderse, el último caso de los guionistas en Hollywood, lo hizo patente. Las bellas también deberían organizarse para protegerse. Más aún si las modelos son cada vez más jóvenes, y si aparecen más indicadores del alto riesgo en su campo profesional porque son consideradas blancos fáciles de ataques sexuales u otras formas de agresión. Requieren niveles de defensa porque el negocio en el que se introducen no es controlado por nadie y porque cuando son agredidas se hallan solas frente al aparato del Poder Judicial cruceño manejado por elementos que no solamente venden la justicia a cambio de dinero sino también por sexo. Ahora mismo, hay el estigma de que todas las modelos buscan plata, que extorsionan y para ello buscan a buenos hombres de familia. Este prejuicio inclina la balanza de la "justicia" desde el principio.
Esperar apoyo de los que manejan y viven del ambiente del espectáculo y de la farándula es vano. Las agencias de modelaje son empresas privadas, son la patronal más preocupada por la satisfacción del cliente, el negocio, que el bienestar de sus trabajadoras. Estas les preocupan mientras tengan la posibilidad de facturar para ellos. Por ejemplo, ni siquiera las comparsas carnavaleras y las fraternidades, de las cuales alguna vez fue reina Colombo, aparecen ahora para darle su respaldo, lo cual indica cuán interesados y pocos solidarios son. Éstos buscan reinas sólo para un carnaval, para usar su imagen y su presencia como palanca para destacar, aparecer en las páginas sociales y ganar los premios carnavaleros, no porque realmente haya una consideración noble y especial a la mujer. Ninguno de éstos apoya ahora a Vivian Colombo porque ante todo está su solidaridad, su identificación y su cercanía ideológica y de clase social con el sospechoso. Como círculos de la clase media acomodada no están locos para enfrentarse por cualquier cosa con un empresario, menos por una mujer que posa con poca ropa. Sobre todo si Peñaranda es dueño de un negocio que está y ha estado siempre ligado a la mafia, al narcotráfico, a las cosas más escabrosas de la sociedad burguesa, con aristas que tocan al poder, como son los juegos y las apuestas. Además los más asiduos clientes de su Bingo son precisamente gente de la clase media acomodada cruceña, entre los que están los comparseros, los fraternos y empresarios.
Igual que en el caso de Alejandra Urioste, las damas cívicas también callan y no aparecen para apoyar a Colombo, por lo menos por solidaridad de género, las mismas que tanto berrinche hicieron contra el mamarracho de constitución del MAS al que acusan sin fundamento de ser comunista y de atentar, nada más ni nada menos, contra "la familia, la religión católica y el derecho de los cruceños a decidir por la educación de sus hijos". A algunas de ellas también se las puede ver en las instalaciones del Bingo, cenando o jugando, entonces se olvidan de sus discursos beatos y dejan guardado su rosario o su Biblia para estar en una casa que cualquier católico coherente señalaría como poco recomendable, algo como la reencarnación de Sodoma y Gomorra.
Esa loas y alabanzas cívicas que llena a la mujer cruceña de cualidades casi divinas son pura hipocresía y más que nada son elementos alienantes que terminan por alejar a la gente y a la mujer cruceña real de carne y hueso, de una realidad lacerante que parece recrudecerse con la llegada del carnaval y además de la tan mentada autonomía, donde proliferará la violencia de todo tipo sobre la mujer. El "amor" y la "admiración" romántica por la "mujer cruceña", vista como una abstracción y no como una realidad concreta, es un discurso que viene desde tiempo de la Santa Cruz rural y criolla, machista, patriarcal y con aires nobiliarios. Las logias y los autonomistas lo han desempolvado y puesto en vigencia como forma de diferenciarse del "colla", todo lo que sugiere que el colla es hijo de una mujer india, fea e innoble, ese es el mensaje transaccional que se le da a las nuevas generaciones. En síntesis, este discurso lo motiva el racismo y no la defensa de la mujer como ser humano integral.
La violencia sexual, física y psicológica sobre la mujer en Santa Cruz no sólo se limita a los estratos sociales más empobrecidos e incultos de la población. Está en todos los niveles. Detrás de esas sonrisas felices, de ese brillo, de esos cuerpos esculturales, de esas cabelleras bien cuidadas, de esas mujeres que viven en el salón de belleza, en el "spa" o de shopping, están también potenciales victimas.
Se sabe que los pueblos emulan lo que sus líderes y sus elites hacen. Si en Santa Cruz hay una institucionalidad y una clase dominante que se vale de su poder, sus amistades y sus compadrerios para someter a sus "hembras", a las que tratan como objetos decorativos y sexuales de manera impune, entonces no se puede esperar algo diferente de los de abajo que ven a los de arriba como modelos a seguir en las pantallas y en las páginas de los medios, que por otra parte divulgan esos estereotipos y patrones de conducta sin mayores cuestionamientos. Así es que podemos decir que tendremos violencia sobre la mujer para rato, al igual que tendremos racismo y toda la barbarie que el movimiento cívico alimenta creyendo que así se construye al "ser cruceño".
En su momento lo dijo el Gordo Méndez, que antes era crítico al machismo de los poderosos de la sociedad cruceña y ahora es funcional al sistema, que "no podemos reclamar por la dignidad de la mujer cruceña si la familia permite que las niñas desde sus primeros pasos se preparen para ser reinas".
La cantidad de casos de chicas modelos que son agredidas de una u otra forma, es desconocida. Sólo se llegan a saber aquellos donde las victimas se atreven a denunciar a sus agresores que en la mayoría de los casos, no son simples mortales sino personas ligadas a las altas esferas de la sociedad cruceña, bien conectados y recomendados, con impunidad para amedrentar y amenazar a sus victimas; ese fue el caso del cívico "licenciado Rodriguito". Como este hay muchos más que se escudan detrás de la fachada que los muestra como "padres de familias amorosos", "empresarios trabajadores", "querendones de Santa Cruz" y hasta filántropos.
Pocos días antes que Vivian Colombo sentará su denuncia, otro individuo fue detenido por la policía por agredir sexualmente a tres jovencitas que también se desempeñaban en el mundo del modelaje. De este caso no se sabe nada, la prensa no le ha dado la misma atención y corre el rumor que el agresor era un chico de "buena familia" victima de una trampa para extorsionarlo. ¡La típica de vaqueros!
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