JUEGO SUCIO DE LA TRASNACIONAL JINDAL STEEL BOLIVIA
Evo Morales dando la mano al presidente y propietario de la Jindal Steel and Power, Naveen Jindal, socio en el Mutún
(ASC – Noticias) 1 – diciembre – 2010.
Por Aurelio Nandó
Con la llegada a Bolivia de la empresa trasnacional hindú Jindal Stell and Power, beneficiaria de la concesión minera del Mutún en un 50%, y por 40 años, se creyó que surgiría gran actividad económica y laboral en la zona de Puerto Suárez, sin embargo ya van tres años y la empresa va dando largas a sus compromisos de inversión que deben ascender en cinco años a más de dos mil millones de dólares. En marzo pasado se conocía que sólo invirtió 20 millones en vez de los 300 mil previstos.
La Jindal, en el plano laboral es una negrera, desde el 2007 incumple con las disposiciones de la Ley General del Trabajo, paga a los trabajadores mineros salarios de hambre (dos salarios mínimos), subcontrata a empresas como Manpower (consultora de Recursos Humanos) evitándose así reconocer derechos a trabajadores (antigüedad, bonos, desahucios, etc.). Estas empresas explotan durísimo a sus trabajadores con metas altas de explotación del mineral, sin permitirles poner en pie un sindicato (órgano de defensa de los trabajadores) y los echan cada que quieren.
Un ejemplo de abuso laboral en la Jindal, a nivel de personal administrativo, se dio cuando un empleado fue castigado por no ceder a realizar manejos dolosos y pagos extras a personas ajenas a la empresa para que pasen información secreta de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) o respaldando al Comité Cívico de Puerto Suarez contra el Gobierno y el país. A la cabeza de estas tácticas están los ejecutivos Jarman, Soria Galvarro y Santa Cruz. Un gerente financiero se negó a acceder a sus pedidos y en castigo el 2009 fue trasladado a Puerto Suárez, nombrándolo responsable de Logística; el cambio brusco de clima y el trabajo de campo provocaron que al poco tiempo enferme, se le negó intencionalmente su pase a hospitales del seguro de Santa Cruz de la Sierra y fue enviado ya en estado de coma a la capital cruceña falleciendo a los pocos días; su esposa con anterioridad fue despedida de la JINDAL donde era Contadora previendo que no se sepa que por ese conducto se dan pagos arbitrarios de soborno, espionaje y regalos a amigos del Comité Cívico de Puerto Suárez y directores locales.
A nivel de medio ambiente la Jindal ha causado varios daños ecológicos, sin haber todavía comenzado grandes obras; un claro ejemplo es que bloqueó Arroyo Mutún perjudicando el suministro de agua a poblaciones aledañas, sembradíos y demás.
En Puerto Suárez y pequeñas localidades aledañas, la Jindal ha evitado por todo medio que la estatal ESM, crezca, se fortalezca, sea una empresa con capacidad de controlar el contrato de riesgo compartido con el estado boliviano. Hay una intromisión flagrante pagando mensualmente a representantes del comité cívico, del consejo departamental, a directores orientales y al representante de la gobernación cruceña, para boicotear actividades, para que no se genere empleo, perjudicando el desarrollo de la población, amén de la compra de conciencias contratando pitilleros, sicarios bolivianos y brasileros para dar golpizas o cercar a las autoridades bolivianas, infiltrar a gente en la ESM, pagar paros cívicos, dar apoyo logístico con sus movilidades, pagar la impresión de panfletos y mucho más. La Jindal controla indirectamente casi todas las actividades de la población, al extremo que decide conjuntamente con el Comité Cívico qué hacer y qué no en temas de juicios a la ESM. El ambiente de tensión es tal que personal de la ESM tienen miedo desfilar y hasta decir que son funcionarios del estado boliviano.
La Jindal a nivel internacional ha colocado el contrato con Bolivia en la Bolsa de Valores de Nueva York, logrando que suban sus acciones en un 720%, dato expresado por el actual Presidente de la subsidiaria Jindal Steel Bolivia; pero este dinero no es efectivo, ocultando su falta de capacidad de inversión, por ello retarda sus actividades con cualquier pretexto, por ejemplo que no se le dota de tierras. Sin embargo la extensión que se le ha entregado es más grande que toda la ciudad de El Alto de La Paz, no habiendo industria minera de hierro en el mundo de ese tamaño, lo que demuestra su mala fe y boicot a la industrialización del hierro. Lo que está en juego es que si la ESM logra iniciar actividades y trabajar sola en el otro 50% del Mutún, desarrollando producción, puede demostrar las limitaciones de Jindal.
La población sabe lo que pasa con Jindal, pero los medios de comunicación, la propaganda de la gobernación, del municipio y de consultores pagados, hacen una fuerte ofensiva, difunden en canales locales y radios la especie de que la ESM perjudica, que porqué se cobraron las boletas de garantía a Jindal y otras oficiosas críticas favorables a esta empresa.
La Jindal, empresa trasnacional, o sea el imperialismo en su cara hindú, se entromete en la vida de poblaciones bolivianas pobres, manipula información, compra conciencias, parece que es su práctica, hasta pretendió coimear al presidente de EMS Sergio Alandia ofreciéndole “bonos y consultorías” para dizque “superar problemas” según publicó el diario Los Tiempos en junio pasado. Frente a esto el gobierno boliviano sigue dando la visión falsa de que somos “socios”, cuando en realidad hemos abierto el país a buitres que nos ponen la pata encima para saquearnos como con todo país atrasado y oprimido. Pero esto no se resuelve dando discursos sino con la transformación radical a través de la revolución social y poniendo en pie el gobierno de obreros y campesinos que pueda dar al traste con los juegos sucios de estos bellacos. Un verdadero régimen socialista no se puede hacer en alianza con trasnacionales sino basado en la propiedad social para transformar las riquezas naturales en beneficio de los habitantes del país.
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