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HA MUERTO RONALD ROA BALDERRAMA

HA MUERTO RONALD ROA BALDERRAMA

Ronald Roa autografiando su libro "Arturo Borda" en la presentación realizada en la Feria del Libro del 2010 de Santa Cruz

 

Ser humano de gran calidad, historiador, educador, artista creador de los “tilinchos”, un iconoclasta en medio de la conservadora cruceñidad.

ASC – Noticias (20 – agosto -2010)

Por Marcelo Severiche

El lunes 9 de agosto de 2010, a las 7 de la mañana, Ronald Roa Balderrama nos dejaba aquejado de una enfermedad fulminante. Al hacer una remembranza le rendimos homenaje de cariño y admiración.

 Fue un privilegio conocerle y su prematura partida ha provocado entre quienes le estimabamos un gran dolor, al punto de querer llorarle a cada momento y no poder ahogar tanta lágrima.

Todos reconocieron en él algo indudable, su condición de ser humano noble y de gran calidad, moral e intelectual. Roa será recordado como un gran personaje de perfiles sui géneris, cultor de diferentes disciplinas, principalmente ligado a las artes y el estudio de la historia, sin que deje de resaltar su carácter de gran anfitrión a veladas y tertulias, ser humano poco común, nada presuntuoso al contrario muy modesto, tuvo múltiples facetas, a cada momento habrá algo que decir de él. 

Para los sectores conservadores de la sociedad cruceña tenía un defecto, ser un iconoclasta, un crítico, un quijote enfrentado a los montajes históricos, en medio de cierto falso civismo local. En su último estudio sobre los 200 años de la cultura cruceña decía que ésta se ha cerrado a corrientes renovadoras por acción de las elites. Hizo notar también que tal carácter conservador data desde la propia época colonial, cuando Santa Cruz resaltaba por sus sentimientos pro realistas que hacen dudoso que en verdad hubiera habido un levantamiento antimonárquico el 24 de septiembre de 1810, cuestión que en este Bicentenario debía ponerse en debate. 

En sus ya refulgurantes estudios históricos sobre la vida de los artistas Manuel Lascano y Arturo Borda también rompe con preconceptos, revelando la importante presencia de personajes tan peculiares que influyeron en su entorno de manera activa. Le preocupó revalorizar estas figuras que, por el paso del tiempo y del poco estudio, estaban en las sombras. Su aporte abre un espacio para entender la historia de Bolivia y de la propia Santa Cruz. Principalmente combatía el manido argumento acerca de que Santa Cruz siempre se encontró en estado de aislamiento total con respecto a Bolivia y al mundo, aseguraba que el “Cosmopolita Ilustrado” de Lascano lo desmiente, que si ha habido un aislamiento ha sido propiciado por las elites para tener al pueblo dominado. 

Roa fue un artista y un artesano. Con el grupo Pukara fue el padre de los “tilinchos”, esas figuras de barro que se han hecho famosas a nivel nacional e internacional al mostrar escenas y personajes de la vida boliviana en las situaciones más comunes, que antes nadie daba importancia. Su creación en manos de grandes negociantes se ha convertido en artículo de exportación. 

Otra faceta de su vida fue la de activista sindical. Participó en el centro de estudiantes de Humanidades en la UMSA de La Paz, en la Federación de Artesanos de La Paz y en las organizaciones de los artistas cruceños. 

En la segunda mitad de la década de los 80s fue personero importante del entonces Instituto Boliviano de Cultura hoy convertido en Ministerio de Culturas. Experto en arte, impulsaba a la vez todo tipo de actividad cultural. 

Era un bibliomano consumado, su figura paternal ya no se verá recorrer los anaqueles de libros de los “cachivachis” de los diferentes mercados cruceños. 

A tiempo de encontrarle la parca, desarrollaba investigaciones preciosas centradas en la historia de la universidad cruceña y la vida de uno de sus principales hombres, el Rector Dr. Rómulo Herrera, al que Roa le atribuía una condición peculiar, el ser el verdadero propulsor de la nueva universidad surgida tras su cierre el año 30 y el que le dio sentido, perspectiva, consiguió medios y construyó inmuebles, dando el impulso para que sea lo que es hoy. Para Roa, Herrera fue el verdadero fundador de la universidad, un espíritu renovador que se adscribía a la izquierda que fundó un diario importante como fue el periódico “Universidad”, que declinó tras su muerte.

Roa ha sido además un educador de generaciones de jóvenes universitarios y colegiales a los que buscó inculcar su amor a la historia y al arte. Consideraba el problema de la educación cuestión central del problema político de Bolivia. 

Fue padre amado por su familia que como justo homenaje decidió crear el Centro Cultural Ronald Roa, colocando como eje el legado cultural y bibliográfico que con amor construyó y hoy su familia, encabezada por Dioselinda, su dedicada esposa, pone a disposición de los amantes de la ciencia y el arte. 

Bueno, si bueno. No como una habitual figura retórica para cerrar una alocución sino una afirmación acerca de Roa. Si, bueno, gentil, amable, cariñoso, bromista y otros atributos positivos, eso era Roa. Malo, porque ya no está entre nosotros para ilustrarnos, para debatir, para iluminar el ambiente con su conocimiento y crítica. 

Culminando esta breve remembranza, parafraseamos a su amigo del alma, el historiador Néstor Tabeada Terán, que en el homenaje a Roa, recordando los nueve días de su muerte, clamó “Ronald porqué te has ido… Ronald, tú ya eres inmortal”.

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