EN SAN AURELIO REINA EL ABUSO Y LA INSEGURIDAD
- De nuevo el Ingenio azucarero "San Aurelio" concentra la crítica social porque las deplorables condiciones de trabajo provocan el deceso de trabajadores.
- Pero ni la cruel muerte de don Alfredo Santana logra sensibilizar a los dueños, empresarios Gutiérrez, que se burlan de la ley y los fiscales.
- Trabajadores protestan ante la gravedad de los riesgos e inseguridad laboral y anuncian movilizaciones
(ASC – Noticias) 4 - marzo – 2009
Por Julio Figueroa
Cruel muerte del obrero Santana por fallas en maquinaria obsoleta
La tarde del 25 de febrero murió Alfredo Santana (47) conocido como “el gaucho”, trabajador instrumentista de "San Aurelio" con experiencia, ya trabajaba más de 15 años en la empresa. Ahora dejó en la orfandad dos hijos y a su esposa, victimas de la dejadez empresarial que no adopta medidas de seguridad laboral adecuadas. En el Ingenio San Aurelio los accidentes fatales ya son una constante, en menos de un año han muerto cuatro personas.
La de Santana fue una muerte cruel. Versiones de sus compañeros de trabajo aseguran que cuando revisaba la caldera 5 la explosión de una válvula le provocó quemaduras. Se comunicó pidiendo auxilio y buscó una salida rápida en medio del vapor caliente pero cayó a un nivel inferior sobre la rastra que transporta el bagazo y esta maquina primero le destrozó las dos piernas y después desgarró gran parte del cuerpo, pasando luego por las calderas sufriendo quemaduras terribles. Su cuerpo sin vida fue rescatado casi deshecho.
De yapa el sábado 28 hubo un nuevo accidente en instalaciones del Ingenio, donde el trabajador de la empresa Asintec SRL, Nicolás Méndez Arias, que cumple contrato para los empresarios Gutiérrez, sufrió fracturas en el brazo y las piernas luego de caer aproximadamente de una altura de 15 metros.
Un ingenio obsoleto
¿Cuál la raíz de tanta insensibilidad de la patronal? Como empresarios conservadores los Gutiérrez primero buscan asegurar sus ganancias sin importar la seguridad del trabajador, no parecen tener capacidad para invertir capital y renovar la maquinaria obsoleta empleada en la producción azucarera dedicándose al parchado y como su negligencia queda en la impunidad gracias al poder económico e influencia que les da la riqueza que acumulan a la sombra de los abusos y explotación de los obreros, entonces no pasa nada.
Momentos antes del accidente un obrero decía: “el manómetro está loco” revelando el mal estado de esas máquinas. Todos los anteriores accidentes han sido similares y las muertes son prueba suficiente para entender que ya no se puede seguir dejando las cosas tal como están, en manos de empresarios que seguirán con soluciones parche fatales para los trabajadores.
En San Aurelio no hay medios adecuados para desplazarse y desarrollar un control de las máquinas y su sistema de válvulas lo que revela la precariedad en la que se halla la producción azucarera. La patronal jamás entendió el valor de una vida y demuestra poca y casi ninguna preocupación por pagar las deudas que tiene con los obreros. Varios de ellos sostienen que la situación del Ingenio empeoró desde que asumió la presidencia Ramón Gutiérrez, que hoy no da la cara.
Las cosas no puede quedar como están, es necesario analizar mejor la situación y buscar soluciones de fondo a este problema.
Obreros exigieron ¡justicia!, hubo protestas y reclamos
El estado de malestar y preocupación en San Aurelio es mayúsculo. El día de la muerte de Santana los obreros pararon actividades para acompañar el cadáver a la puerta y a partir de entonces su exigencia de mejores condiciones industriales es diaria. Con la prensa se desataron denunciando que no hay seguridad industrial, que no les dan cascos ni botas ni ropa.
No era para menos, los trabajadores quedaron paralizados al ver el cuerpo destrozado de Santana. Esa noche muchos estuvieron presentes en el velorio acompañando a la familia doliente y el jueves 26 más 200 trabajadores hicieron una marcha que se dirigió al velorio y luego acompañaron el traslado de los restos mortales al cementerio El Pajonal. El cuerpo de Santana en los brazos de sus compañeros cruzó por el portón principal del Ingenio mientras los obreros gritaban ¡justicia! ¡justicia!, descargando su impotencia contenida por el temor a los despedidos que impone la patronal, ya que mayoría tiene contratos por zafra o son eventuales.
El viernes 27, hubo una Asamblea al interior del Ingenio en la sección “barracón”, donde incluso estuvieron presentes autoridades del Ministerio del Trabajo y de la fiscalía, varios trabajadores hicieron escuchar su reclamos ante la inseguridad laboral, ante la falta de pago de finiquitos que los Gutiérrez deben de varios años (hay casos del año 2002, 2003, etc.), ante la falta pago de benéficos sociales a las viudas, exigencia de ropa de trabajo y demás. Los trabajadores de base presionaron a su dirigente Roberto Barba para que haga uso de la palabra frente a las autoridades, otros propusieron realizar una protesta en las puertas del Ingenio aprovechando la presencia de los medios, idea frenada por los dirigentes. La última asamblea resolvió movilizaciones a partir del lunes 8 de marzo exigiendo por seguridad laboral.
La noticia ha generado consternación y varios organismos han dado a conocer su parecer, un concejal municipal advirtió acerca de que San Aurelio incumple varias normas ambientales pero que además paga por sus cañaverales como si fuesen tierras rurales, la dirección del Trabajo luego de una inspección instruyó la suspensión de la caldera 5 hasta que se garantice un funcionamiento que no ponga en riesgo a los trabajadores, multando además a la empresa por 150 mil bolivianos. Los dirigentes de las dos COD hicieron declaraciones altisonantes ante semejante desgracia pero nada efectivo.
Las muertes recientes
Ya no están aquí trabajadores que murieron en accidentes recientes como don Eusebio Solares que murió en el mes de junio del 2008, don Luis Tapecua Rubio, en octubre del 2008, don Alberto Choque Quispe en octubre del 2008 y ahora don Alfredo Santana Morales en febrero 2009. Cuánta sangre habrá que ver correr para que se tomen en esta empresa las medidas de seguridad pertinentes.
El fiscal Bravo anotó que los Gutiérrez, producto de la resistencia de declarar en los citados casos ya tenían una orden de aprehensión que quedó en suspenso y ahora se reactivó, demostrándose que los poderosos empresarios tienen mecanismos para burlar la justicia.
Alternativas frente a la inseguridad laboral
La seguridad laboral consiste según la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar en “…el conjunto de procedimientos y normas de naturaleza técnica, legal y administrativa orientado a la protección del trabajador, de los riesgos contra su integridad física y sus consecuencias, así como mantener la continuidad del proceso productivo… ”.
Simplificando se pueden reducir a dos, la seguridad física individual del trabajador y la seguridad en las instalaciones del centro de trabajo o fábrica. En San Aurelio la seguridad física del trabajador no es motivo de preocupación para la patronal, por ello no se entrega ropa de trabajo adecuada para cada una de las secciones de la fábrica, ni se organizan cursos donde se explique los riesgos generales y específicos de cada sección. Tampoco el sindicato hace los esfuerzos para reclamar los cambios.
En las instalaciones, la situación de la maquinaria está peor, las fallas de la sección calderas son repetitivas pero los Gutiérrez no están dispuestos a invertir en la renovación de la maquinaria obsoleta se limitan a poner parches. La pregunta es quién puede ser capaz de cambiar la precariedad en las que se desarrolla el trabajo, los empresarios Gutiérrez, el Ministerio del Trabajo, los fiscales o los propios trabajadores.
Dejar que los Gutiérrez sigan negligentes no es salida porque las cosas van seguir igual o peor y las familias obreras estarán con el Jesús en la boca, la idea de cerrar el Ingenio tampoco es solución. Otra es que el Ministerio de Trabajo, en el mejor de los casos, dé una serie de recomendaciones técnicas y haga una lista de necesidades o acciones de seguridad laboral, pero estas van a chocar con la arrogancia y poder económico de los empresarios que se “cagan el ley” como decía un obrero. Se dice que hay que esperar los resultados de las investigaciones de los fiscales a cargo del caso, pero difícilmente ellos lograrán que los empresarios cumplan la ley, ya conocemos de qué calidad es la justicia en nuestro país que se inclina ante el dinero.
La otra alternativa que suena entre los trabajadores es que ellos mismos tomen el control total del Ingenio azucarero y lo manejen, impidiendo su cierre, exigiendo recursos económicos del estado para modernizar todo y que el estado compre la producción, eso seria una expropiación de hecho, acabando con el despotismo de estos empresarios.
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