CASAS DESTRUIDAS POR CRITERIOS PLUTOCRÁTICOS Y RACISTAS
* Un ciudadano rico que desprecia a los pobres presionó para que se derribe una urbanización de carácter social
* Los funcionarios municipales no consideraron las implicaciones racistas y antisociales de la medida y dieron luz verde
* Ahora estos funcionarios y el Alcalde municipal están en la punta de la picota
* De refilón se destapan aparentes fenómenos de corrupción por la mala calidad de las construcciones y el uso de palos blancos para embolsillarse una parte del crédito destinado a la compra del terreno donde se ubica la urbanización
(ASC - Noticias) 04 -Noviembre -08
Por Raúl Bustamante
La mañana del martes 28 de octubre un inusitado movimiento se producía en la zona del Vallecito (también conocida como La Comarca) entrando unos dos mil metros por el km 9, carretera al Norte, en un área disputada entre el municipio de Santa Cruz de la Sierra y el de Warnes. Un contingente de personas formado por 6 compañías de gendarmes municipales, empleados del municipio y otros, más un tractor con pala cargadora llegaron ante una hilera de casas del plan social de vivienda del gobierno y procedieron a derribarlas a ritmo de combo y tractor. La felicidad en la cara de uno de los presentes destaca, es el abogado Otto Rittter que asiste a nombre de su cliente, un vecino rico que tiene celos de esta urbanización, y que oficiosamente ha contratado la maquinaria para derribar las casas más rápidamente. La cantidad de viviendas destruidas ascendió a 215 de un total de 400. En un país con déficit habitacional, esta gente llegó hasta ese confín de la ciudad para derribar precisamente esas construcciones por la influencia perniciosa que hay detrás.
El racismo hasta cuándo
El caso parece marcar otro acto más de racismo y discriminación social. Así se advierte por la existencia de indicios de presión de un particular (Herman Camacho Cuéllar representado por su abogado Otto Ritter) de quien se dijo que sentenció que no admitiría la existencia de "carachas" frente a su urbanización de carácter residencial que piensa construir. Algún periodista fascista de La Paz (Jorge Tejerina) aseguró que en alguna medida la destrucción de estas casas es para impedir el surgimiento de un nuevo Plan Tres Mil, calificado por él como barrio "masista". No sería raro que en una sociedad como la cruceña, donde existe un fenómeno aún no suficientemente estudiado de discriminación racial y social, se esté obrando como si fuera normal con criterios racistas. Advirtiendo que racismo no sólo es discriminar con parámetros de raza sino también con parámetros económicos, sociales y culturales.
El problema del racismo así comprendido, es un caso muy serio en Santa Cruz y es algo que viene del pasado remoto y se proyecta al porvenir. En el resto del país también hay racismo disfrazado y en el oriente oficializado y fomentado a cada paso. Hace algunos días nomás salía por TV un muchacho simpatizante de Blooming, que en medio de su frustración por la derrota de su equipo señaló como "raza maldita" al árbitro del partido Aurora-Blooming.
El racismo se difunde tranquilamente en los chistes, en programas (El Mañanero, Al Despertar, etc) y espectáculos humorísticos (Chaplin Show, Confidencias, Los Mismos, Fico's show, etc.) y de análisis como si nada. Pero no hay nadie que hable seriamente sobre él y plantee cambiar la cosa. No se puede seguir viviendo así porque vemos efectos serios como éste. Hay que enfrentar el cambio y para ello conocer profundamente la realidad, podemos adelantar que la cosa es tan seria que se necesita un proceso de desnazificación de la sociedad cruceña y boliviana, sino esto seguirá y seguirá indefinidamente.
El alcalde está en sus descuentos
La destrucción de estas casas ha generado profunda conmoción pública y se estremecen las cumbres municipales. El alcalde de la capital, Percy Fernández, con el fin de desviar sus responsabilidades, destituyó a varios funcionarios. El fiscal del departamento ha iniciado investigaciones y ha señalado que tal medida sólo puede ser responsabilidad de algún estúpido. Pero nadie le da importancia a la arista racista del problema, están más preocupados en sus implicaciones económicas y políticas.
El viceministro de vivienda en visita al lugar del desastre aseguró que ya iniciaron querella criminal contra el alcalde Percy Fernández y sus funcionarios, pidiendo su detención preventiva, asegurando que el costo de lo destruido asciende a 17 millones de Bs.
La corrupción no podía faltar en un lado y otro
El desbaratamiento de estas viviendas implica que hay corrupción porque los personeros públicos no han medido consecuencias para obrar de acuerdo a lo exigido por un racista rico.
Pero también ha traído aparejado otro escándalo porque se observan indicios de corrupción en la parte del estado y la cooperativa involucrada por compra irregular de esas tierras. Otto Ritter es el que ha puesto de relieve estos visos de corrupción que afectan a los intereses del Estado y lo secunda el periódico El Mundo y el propio fiscal que pretende tipificar el caso, además de atentado a los bienes del Estado, como peculado. Otros se orientan a señalar la mala calidad de las construcciones, principalmente por no contar con una viga superior encadenadora para soportar el techo. El periódico El Mundo y el Colegio de Arquitectos, cercano a las logias cruceñas, también lo hacen notar.
De todos modos parece que Otto Ritter, abogado y político falangista, tiene otro caso sonado en las manos que se suma a los muchos escandalosos y frustrados donde mete la pata. Entre ellos se recuerda que fue abogado de los trabajadores de la línea área LAB pues en un medio televisivo lo señalaron como responsable de haber hecho fracasar la lucha de los trabajadores de esa aerolínea.
Dónde están los profesionales críticos y con sensibilidad social
También se advierte la insensibilidad que domina en los niveles de decisión de la administración pública municipal, donde los profesionales son unos serviles. Ahí se advierte el fracaso del sistema universitario nacional porque pese a que la mayoría de los perfiles de las carreras hablan de formar profesionales críticos y con sensibilidad social, a la hora de la verdad esta gente es indiferente. Ahí está la respuesta fría de las arquitectas Vera y Costas, de los abogados, de los burócratas de la municipalidad, del fiscal asistente, pero lo más grave de políticos como Percy Fernández que firmó la autorización sin tomar contacto con los pobladores afectados. Ahora deberá pagar la factura. Pobre Santa Cruz que tiene un alcalde que vive en una campana de cristal, aislado del pueblo.
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