TANTO SAQUEO PUSO A LA AUTONOMÍA CÍVICA EN ESTADO DE COMA
- Los cívicos ultras, de tanto querer desatar el infierno e imponer la autonomía sí o sí, lo único que hicieron fue darle el tiro de gracia.
- El Plan Tres Mil no aceptó lo que pasaba y comenzó a combatir a los provocadores cívicos. Allí la gente evoluciona a cuestionar la propiedad privada de los Marincovich y demás cívicos, a las cooperativas y otras entidades que las ven como fuente de los males en Santa Cruz y Bolivia.
- Una marcha universitaria que trató de darle oxígeno a la autonomía venida a menos, no logró su propósito de movilizar miles.
(ASC – Noticias) 12 – Septiembre – 2008
Por Raúl Bustamante
En Santa Cruz de la Sierra virtualmente los cívicos implantaron una dictadura de las bandas de maleantes, el lumpen de la sociedad, que se apoderó de todo lo que quiso, principalmente de las entidades estatales, atacando a quien sea y su propiedad por el único motivo de ser señalado como "masista", pisoteando la libertad de expresión, la libertad de trabajo. El odio racial que ha sido cultivado tanto está dando estos frutos.
Sin embargo hay algo positivo, pues todo esto ha provocando un fuerte rechazo de la población. La visión dantesca de calles donde se arroja la propiedad pública y se la quema sin piedad ha hecho despertar a mucha gente. La autonomía de pronto ha adquirido un sello negativo, se ha visto como la autonomía del saqueo, de la destrucción.
El ambiente cruceño, después de darse tanto desmán, quedó saturado por el temor. Cunde por todo lado el miedo a que aparezcan los de la Unión. Es algo raramente visto, el pánico tiende a apoderarse de la gente en las calles. En los mercados hay un estado de tensión permanente, esperando que lleguen las hordas y por eso la actividad económica está prácticamente detenida amén de que Santa Cruz ya se halla bloqueada.
Los unionistas prácticamente son dueños de la ciudad al punto que reciben y ponen candado en las entidades “tomadas”. El gobierno prácticamente no existe, han desparecido todos los funcionarios y están en sus casas a la espera de que las cosas se calmen y vuelva la tranquilidad necesaria para retornar al trabajo. Excepto la policía y los militares, que sin mayores posibilidades intentaron resistir la toma de las entidades públicas, no se ha visto mayor resistencia en la zona central de la capital. Todos los medios de comunicación independientes o del gobierno fueron acallados.
El Plan Tres Mil se les paró a los autonomistas
El Plan Tres Mil se constituyó en un punto de resistencia que ya en el pasado se mostró reacio a someterse a los dictados de los cívicos. En el Plan Tres Mil, populosa zona que tiene una importante proporción de habitantes llegados del interior y de escasos recursos, desde el miércoles 10 y jueves 11, se registraron intensos enfrentamientos de la población contra los cívicos que fueron a esa zona a provocar y saquear. La prensa registra que fue una lucha entre "masistas" y jóvenes de la Unión Juvenil, en realidad fue una lucha de pobladores versus delincuentes reclutados a cambio de plata y promesas de botín.
El miércoles la lucha en el Plan Tres Mil fue hasta las tres de la mañana en torno a la defensa de la única radio de oposición que quedó funcionando, que es la Radio “Integración”, y en defensa de puntos específicos como la rotonda y el mercado. Se denunció que en estos enfrentamientos hubo 4 heridos de bala de los pobladores del Plan que la prensa no reconoce.
Sin embargo la batalla siguiente producida el jueves 11, prácticamente concluyó en una victoria en toda la línea para la gente del Plan, tanto que ya se dice "el Plan, zona libre de fachos". Es que hicieron correr a la gente de la UJC, provocándole muchos heridos, a tal punto que a eso de la 1 de la madrugada en el centro de la ciudad y en los canales de TV, los cívicos comenzaron a difundir desesperados que los "masistas" del plan están haciendo desmanes y se dirigen a tomar la ciudad y que hay que salir a defender Santa Cruz. Pero no hubo mayor respuesta de la gente, porque está cuerda y no busca ir a provocar a los barrios marginales para hacerse pegar.
Lo que los cívicos no previeron, arrastrados por los más ultras que iniciaron la serie de asaltos y atentados a entidades públicas con el fin de desatar el infierno, es que tanto saqueo termine siendo completamente rechazado por la mayoría de la sociedad cruceña. Eso marca ya un punto de inflexión del movimiento autonomista, que se ve sumamente desprestigiado. Así la gente ha conocido que la autonomía que le prometen resulta ser la de la delincuencia.
Los cívicos se han dado cuenta y hacen esfuerzos para limpiar su imagen. Por eso ya están respondiendo a través de los medios de comunicación, pero es una respuesta que nadie cree. Sus voceros, como los de la UJC, aseguran que los masistas se infiltraron en sus movimientos e iniciaron los saqueos. Esa versión es sumamente pobre. Pero también dicen que las agresiones iniciadas contra los pobladores del Plan Tres Mil son en realidad agresiones de los del Plan sobre la UJC. Así también quieren invertir esto, mostrando como que los malos son los del Plan que han pegado a los pobres de la Unión.
Producto de las intensas luchas registradas, alguna gente del Plan Tres Mil señala que ya ¡basta!, que para acabar con la conspiración fascista y el matonaje, hay que preparar la ocupación de las fábricas de los cívicos, de las cooperativas, la toma de tierras, y la expropiación de las transnacionales, tal como ellos han tomado las entidades públicas. Obreros de la fábrica IOL-Rico, anotaban por ejemplo que habría que tomar la fábrica de Marincovich. Porque la cosa evoluciona por ese lado, las medidas tomadas en medio de las refriegas fue atacar a fondo a las organizaciones cívicas del Plan como la casa autonómica, la Radio emenerrista “Tropical” y las oficinas de la CRE.
Es notable el surgimiento de esta idea pues busca acabar realmente con el poder económico de la derecha que le sirve para hacer tanto daño. Así la lucha comienza a derivar a la crítica a la propiedad privada, a comprenderse que a través de expropiar los grandes medios de producción, los latifundios, etc. se acabará con la causa de los males. La gente evoluciona, pues ya le es insoportable ver cómo los ricos usan tanta plata para atacarle. Esa plata proviene de su control de los medios de producción.
Un salvavidas tardío para una moribunda autonomía
En la perspectiva de salvar algo la situación de la autonomía tan venida a menos, desde la UAGRM se puso en pie una medida para echarle el salvavidas, una "marcha" organizada por autoridades y dirigentes procívicos. Sin embargo fue una marcha inconsulta que levantó muchas protestas al interior pues en la Universidad también parece haber una dictadura “autonómica” pues esa marcha no se convocó de forma participativa, se formó un “Comité de Movilizaciones” que no consultó a nadie.
El objetivo aparente de la marcha era pedir “el diálogo y la paz”, pero en forma un tanto contradictoria pues los cívicos se esmeraron en toda la semana en hacer violencia. En eso el papel de los dirigentes de la FUL pro cívica fue importante pues estuvo efectivamente involucrada en las tomas de instituciones e imponiendo en las calles el terror, pero todo eso fue sin tener el apoyo real de las bases universitarias. Es poco creíble que semejantes matones ahora quieran “el diálogo”. Ellos buscaban que se dé una marcha multitudinaria que confirme como buenos los salvajes hechos producidos, lo que sería avalarlos. En realidad los cívicos buscaban dar el toque final para imponer el terror total, pero les fue pele, la marcha no contó con el apoyo multitudinario que los cívicos ilusos esperaban.
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