BARRA BRAVA DE ORIENTE, ALIANZA DE DIRIGENTES PREBENDALES Y DELINCUENTES
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, choro,
pretensioso, estafador,
todo es igual nada es mejor...
los inmorales nos han igualao...
y es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
o el que vive de las minas, el que mata
o el que cura o está fuera de la ley".
Tango "Cambalache"
(ASC-Noticias) 10-Febrero-08
Por Raúl Bustamante ascnoticias@yahoo.es
Cuando hace un tiempo el espectáculo futbolístico boliviano y específicamente cruceño decayó, la dirigencia del Club Oriente Petrolero apostó a formar una barra para regenerar el entusiasmo en el público, pensando tal vez que así surgiría un espectáculo atractivo, tener una barra como la de los clubes argentinos que son un show aparte. Ellos entregaron recursos mediante entradas gratis para que funcione la barra formada por lumpen, la que adquirió dimensión insospechada y nada recomendable tanto así que se inmiscuyó en respaldar a dirigencias interesadas en perpetuarse y al final salieron a la calle a brindar diversos "servicios" para otros.
El fenómeno de las barras bravas cruceñas
En Santa Cruz prosperan las "barras bravas" de dos principales equipos cruceños pero que son estipendiadas, es decir que sólo funcionan pagadas mediante entradas a los partidos otorgadas a la barra como prebenda, fenómeno que se hizo normal pero se ha tornado fuente de un problema social absolutamente criticable.
Así mucha gente comenzó a girar en torno a Oriente no por el amor a la camiseta sino por el interés económico, capeándose así el desaliento circunstancial del público ante la disminución del nivel del fútbol local y suplantando la cada vez menor mística y compromiso. Así, sin levantar sospechas, a la barra tradicional que alentaba al equipo se superpuso otra pagada por los dirigentes. Para que dirija la barra consiguieron un sujeto llamado "chichi" Pérez, que, le puso el sello delincuencial inevitable por su carácter y esa barra ahora es cualquier cosa menos deportiva, un monstruo, una cosa "brava" sumamente peligrosa para los ciudadanos que se atreven a cruzarse en su camino.
Como émulos de las barras argentinas, los barras bravas han evolucionado caminando por las vías del delito en amplios sentidos para convertirse finalmente en ejército de mercenarios, fuerza de choque lista a alquilarse a quien ponga la plata. Lo mínimo que se puede decir ahora es que la barra orientista es una asociación delictuosa que goza de impunidad sirviendo a los poderosos, jugando papeles hasta en asuntos políticos actuando como unos "Tonton Macoute"[1] cruceños.
La barra brava orientista es una verdadera escuela delictiva fomentadora de hábitos peligrosos cuyos componentes, salidos de muchas cloacas, compiten en el estadio para demostrar su mala educación echando agua, orines y escupiendo a los espectadores, procediendo a desarrollar actividades como el robo, el acoso sexual, saqueos y otros delitos. De forma pública varios de ellos también se alcoholizan en pleno escenario deportivo pasándose de mano en mano el "huacho", una botella de dos litros con un brebaje mezcla de alcohol, yupi y qué cosa más, solo Dios sabe; también se drogan y es normal oír "pasame el cheiro" (droga), o la "graja". Con tanto estimulante, sus miembros entran en euforia y enloquecen y en esas ocasiones hacen de todo. En una ocasión, su jefe, rompió la malla con la punta de su bota y entró a la pista atlética para tratar de lanzar una pedrón a Ramallo diciéndole "colla e m... jugá bien" mientras a los policías no los bajó de "collas e m...".
La barra brava de Blooming no adquirió el calibre de la de Oriente aunque sigue sus pasos. Igual sus dirigentes reciben entradas y acuden a los llamados de quienes requieren sus servicios de matones.
El papel corruptor de la prebenda
El crecimiento del lumpen es un problema social que se profundiza en Santa Cruz donde hay gente dispuesta a todo a cambio de unos pesos. La sociedad llena de contradicciones, tiene una clase dominante de carácter complejo, mezcla de conservadurismo y globalización, de lo más atrasado y lo más avanzado, que impulsa, a través de los medios, el consumismo, el hedonismo, el racismo, la politiquería; pero sin solucionar la pobreza extrema de cientos de miles, pero de quienes se vale para tener sirvientes controlados por prebenda y dinero. Chichi Pérez es fruto de esta sociedad. En un punto de su vida, ante la angustia de un futuro incierto tuvo que decidir entre ser un don nadie o abrazar el servicio de la institucionalidad cruceña que buscaba gente que defienda sus intereses. Él eligió y hoy vive las consecuencias y sabe que puede caer porque es descartable.
La prebenda es un beneficio entregado por el poderoso como pago por servicios. No es un factor casual en la sociedad, prospera en muchos ámbitos, no sólo el deportivo, haciendo surgir movimientos de todo tipo en torno a supuestos líderes acaudalados. Lastimosamente esto se da en muchas instituciones donde la pereza de los líderes y la falta de mística dominan. Por ejemplo el Comité Cívico y los empresarios así hacen, si necesitan mover gente la alquilan y para ello tienen operadores como el tal Rodolfo Landivar, presidente de las Juntas Vecinales. Igual actúan personajes de la política local que paren apoyos comprando gente. El MNR dio cátedra en ese sentido y Desireé Bravo, concejala rosada, sigue esos pasos manejando un grueso grupo de gente que a un pitazo sale a la calle a hacer lo que la mentada indique, nomás en la última crisis en el Concejo Municipal arrastró una tropa de gente desde la Pampa de la Isla, su centro de acción, dizque para apoyarla. Cada persona recibió 50 Bs. de propina.
En las cooperativas dominadas por las logias también la prebenda es un medio para sostener apoyos, en cada reunión de distrito el mecanismo para atraer gente y lograr lealtades es dando regalos o premios entregados al final de la reunión. Hasta en los sindicatos va pasando lo mismo, para llevar gente a las asambleas los dirigentes ofrecen algo de comer. En casi todas las instituciones, desde la universidad a los partidos políticos, el clásico churrasco es la zanahoria para atraer gente, no ideas ni planteamientos sino beneficio, corrupción. Lo negativo de todo esto es que termina por disolver el espíritu participativo y se torna en un condicionamiento que neutraliza la lucha natural de sectores que acaban viéndose obligados a obedecer al que pone el regalo, no preocupa que la gente se corrompa ni se entiende que la verdadera independencia se traduce en economía propia, en pagar cada uno sus gastos.
Cuando se pone plata para que la gente actúe, se activa un mecanismo esencialmente anti ético y corruptor. En el caso de la barra de un equipo deportivo, ésta debía formarse por voluntarios que más bien ponen su plata para que el equipo tenga apoyo en la cancha, lo contrario, como vemos, puede ser fuente de graves problemas. Pocos parecen darse cuenta de esto, hasta la prensa no lo ve malo y pasa como lo más normal, pues ahora, tras la persecución de la fiscalía a Pérez por estar involucrado en una balacera a las puertas del estadio, sus herederos vuelven a recibir del club las benditas entradas para participar de un nuevo partido y por supuesto es latente el peligro de que se multipliquen los Ángel Pérez.
Algunos han hecho notar que en Europa se resolvió el problema de la aparición de los holligans. Allí la presencia de la democracia, de Estados dispuestos a hacerse respetar con fuerte centralismo refrenó este fenómeno y logró que estos grupos sean prácticamente arrinconados. En Bolivia el fenómeno es inverso, el Estado pierde peso, los líderes sin mística y fracasados corrompen a diestra y siniestra, mientras algunos poderosos potentados y sus recomendados hacen lo que les da la gana.
Vínculos con dirigentes, medios y cívicos.
La barra de Oriente no es un producto natural, sino son los dirigentes, los medios y los cívicos que la han fabricado, la han fomentado, tal vez creyendo que así daban a Santa Cruz un aire de metrópoli, pues en Buenos Aires o San Pablo tienen amplio campo de acción.
Los dirigentes del club orientista forjaron una dependencia enorme respecto a la persona de Ángel Pérez confiando en él como apoyo para tener el control del club. Carlos Chávez, Presidente de Oriente, usó a la barra brava como sus matones y allí adquirieron más poder, y con su hermano, Mario Chávez, tuvieron su consagración. Los dirigentes prebendales y la delincuencia común se hermanaron dando como resultado semejante problema explosivo que ha adquirido tintes criminales ya hace tiempo sin que nadie haga nada.
Los periodistas de ciertos medios dieron cobertura al jefe de la barra orientista pero otros aseguran haber sido amenazados tal como Gary Añez que por vía celular recibió la sentencia "el próximo balazo será a vos", por ser muy crítico en "Activa TV" junto su colega Galarza.
Los cívicos, en vez de denunciar y combatir a las barras, ¡han reclamado sus servicios! y por eso aparecieron embracetados a ellos gritando ¡Autonomía! En varios de sus eventos, por ejemplo en el Plan 3000, Chichi Pérez actuó de guardaespaldas de Germán Antelo, ex presidente del Comité Cívico y hoy de la CRE.
Ahora se puede entender de qué calibre moral son los cívicos cruceños igual que los ucesistas, adenistas y emenerristas que también convocaron a los barras brava para usarlos de fuerza de choque contra sus opositores en diferentes ámbitos, como el municipio, la universidad o los sindicatos.
Chichi Pérez, pese a pertenecer a un estrato social inferior, adquirió poder y prestigio consiguiendo tener un cargo en la Alcaldía, ser admitido como socio de Oriente y ser reconocido como figura visible de de los cívicos más intolerantes que ejecutan acciones violentas pero siempre quedaron impunes gracias a sus influencias y estar bien recomendados y asesorados.
De la barra brava de Blooming, igual se sabe que su jefe es protegido de mafiosos y tiene trabajo en la Prefectura.
[1] Fuerza armada que organizó el dictador haitiano François Duvalier mantenida bajo su control personal con el fin de intimidar y reprimir a la oposición
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