CÓMO ADORMECER A FAVOR DE LOS QUE MÁS TIENEN Y EN DESMEDRO DE LOS MARGINADOS
* A propósito del XXVIII Encuentro católico internacional de “La Mansión” en Santa Cruz
(ASC-Noticias) 06-Diciembre-07
Por Feliciano Molina ascnoticias@yahoo.es
Del 19 al 25 de noviembre, en Santa Cruz, se llevó a cabo el XXVIII Encuentro Internacional del Nuevo Pentecostés, organizado por el “Centro de Evangelización Católica La Mansión”. El encuentro contó con la presencia de miles de personas, participó en la apertura del evento el propio Cardenal Julio Terrazas, que no es precisamente seguidor de la llamada línea carismática.
La Mansión es la organización de católicos conocidos como “carismáticos” que aglutina mucha gente de nuestro medio. Los carismáticos a nivel mundial han adoptado como santo patrono a Santo Domingo de Guzmán y se distinguen por su algarabía, una predicación de forma muy efusiva, dándole mayor preponderancia al Espíritu Santo, pero también son conocidos por su actitud negativa con respecto a los cambios sociales.
El evento, que atrajo a mucha gente de la ciudad de Santa Cruz, estuvo guiado por la frase “Espíritu Santo de amor renuévanos en tu amor”, idea un tanto abstracta y redundante en la palabra “amor” presente dos veces. Pese a preocupar tanto el amor, en ningún momento, durante toda la semana, se cuestionó el porqué de la miseria económica por la que pasan millones en el mundo. Tampoco se cuestionó a los gobernantes ni a los cívicos por trabajar en defensa del empresariado y a los grupos de poder, señalados recientemente como responsables por elevar precios a los productos de la canasta familiar, acrecentando la miseria en nuestro medio.
En cada ceremonia religiosa se repitieron diversas frases de forma muy efusiva, haciendo que los presentes entren en trance, sugestionados, aceptando la culpabilidad y esperando que con su arrepentimiento “Dios nos pueda perdonar”. Oraban diciendo “ven sanando las heridas, de nosotros los pobres” de donde se concluye que asumen a la pobreza como algo que es propio de los mismos pobres y que por haberse alejado de Dios están en esa condición. Rafael Lisandro Chávez, sacerdote venezolano y estrella invitada para la oportunidad, en intervenciones especialmente con los jóvenes se dedicó a farsear asegurando que conocía gran parte de los departamentos de Bolivia. De acuerdo a su parecer los carismáticos “deberían ir a predicar a la periferia”.
Esa actividad, según Lisandro Chávez, buscaría resolver el problema de la falta de fe de las personas, pero por qué en la periferia y no el centro de la ciudad o a las zonas residenciales, o por qué no predicarles para que se arrepientan de todos sus males a los líderes cívicos, empresariales, prefecto, alcalde y otros. ¿Será que para los carismáticos, los ricos están exentos de pecado? La respuesta es sencilla, en la periferia hay más desesperanza, hay más pobreza, menos trabajo y salud, y es muy importante convencerles que “Dios es el que sana las heridas” porque además los pobres tienden a rebelarse debido a lo poco que tienen que perder. Parece que esto es lo que, precisamente, los carismaticos no quieren.
Llama la atención la logística usada para el evento y la gran cantidad de dinero movido. Se evidenció una gran cobertura de los medios empresariales de difusión, los que normalmente no tienen intereses casuales. Cabe preguntarse quiénes están por detrás de este tipo de acontecimientos y qué persiguen. Sin duda muchos participantes son voluntarios, que lo hacen de buena fe, pero en estos momentos en que el país atraviesa una etapa crítica y se cuestiona a los grupos de poder, estos eventos tratan de distraer bajo el membrete de la búsqueda de una esperanza, que la clase media tan pusilánime y neurótica está siempre en trance de perderla.
En temporadas de crisis política como la actual, donde supuestamente se viene el “comunismo”, los cristianos fundamentalistas buscan captar la mayor cantidad de adherentes, llevarlos a su organización. Los grupos de poder están inmiscuidos en todo y La Mansión no es la excepción, porque pese a no ser parte de la Arquidiócesis católica de forma orgánica se sabe que recibe apoyo de organizaciones internacionales, especialmente de Estados Unidos, base de los dominicos norteamericanos que fundaron esta iglesia.
Presencia de los autonomistas en este encuentro
El Festival de música fue una de las actividades centrales de este encuentro religioso. Asistió gran número de personas. Participaron en el mismo los grupos que participan en las farras de los cívicos y las comparsas carnavaleras, pero eso no importa pues esa noche “alababan al señor”, así decía Pamela Moreno, relacionadora de los empresarios de Expocruz y fanática religiosa, que hacía de maestra de ceremonias como lo hizo en los “cabildos” autonomistas. Esta mujer es elemento de confianza de los empresarios, ex presentadora de noticias en medios empresariales, defensora de los terratenientes, y muy crítica a los universitarios y sectores que protestan contra los cívicos.
El personaje relevante del evento fue Aldo Peña, conocido por sus canciones de doble sentido, que incitan al hedonismo, denigrando a la mujer mostrándola como objeto sexual, y por tanto de diversión. Fue el que más tiempo estuvo en el escenario del festival, cantando temas religiosos, que a la mayoría de los presentes dejó extasiados, después se olvidó que estaba en una iglesia y cantó sus temas que hacen bailar en el carnaval, como la canción de abierto tinte machista “don Félix Soleto”, que en parte de la letra dice: “don Félix Soleto, don Félix Soleto préstemela a su mujer, no se la presto, no se la presto porque me la hecha a perder…”
Pese a ello, Aldo Peña fue recibido como si se tratase de un santo, inspirador de paz y además como ferviente católico, siendo acérrimo autonomista y enemigo de los movimientos sociales, que incluso llamó a agredirlos en franca posición provocadora en su canción de la autonomía que dice en una parte: “Sino respeta mi tierra la haré respetar yo”, encima el fanático autonomista usó a un grupo de niños para que sean parte de su elenco. Cuando el “clímax”, como dicen los cineastas, estaba en su máximo esplendor, empezó a interpretar otros temas conocidos con sus letras originales como “el brincao”, que de nuevo presenta a la mujer como objeto del cual el hombre puede hacer lo que quiera y que induce a la morbosidad.
Lo más curioso es que nadie le cuestionó, ¿será porque se trataba de un autonomista? Más bien el público carismático se limitó a bailar como si se tratara de cualquier cantante de su línea religiosa, situación que induce a pensar que este tipo de personas es poco analítica y sólo se mueve por inercia, por el hecho de su fanatismo y por estar sugestionada. Luego de interpretar estos temas “superbailables” fue declarado “hijo ilustre de La Mansión” por su “brillante” participación, tanto en la inauguración del encuentro, como en el festival, a lo que Peña se limitó a decir “soy un profano” (lo no sagrado, negación de respeto) y “seré la ultima oveja en entrar al cielo”, lo que fue aplaudido a rabiar.
Otra persona común y corriente seguro hubiera recibido silbidos, gritos y habría sido condenado al infierno por semejante afirmación. Es curioso para nuestro raciocinio que un individuo, catalogado por las elites y sus medios de desinformación como supuesto trasmisor de “la cultura de nuestro pueblo” y que es conocido por defender los intereses de los empresarios, tenga también otra imagen de cristiano y alto inspirador de buena conducta, ¡que hipocresía! Aparte de Aldo Peña este festival contó con la presencia de Azul Azul, Los Cambitas, el Trío Oriental, entre otros, grupos que son los mismos encargados de animar los mal llamados “cabildos” de los grupos de poder en nuestro medio.
Los líderes de La Mansión, que supuestamente buscan que el pueblo se “pacifique y se acerque a Dios”, como lo dicen en sus encendidos discursos, caen en contradicción cuando en su festival de música los invitados son artistas mundanos conocidos por carnavaleros y chauvinistas que en la concepción cristiana es lo opuesto a la fe religiosa. El principal objetivo de eventos de este tipo es alejar de la realidad a las personas, hacer que se culpen de los problemas que se viven, ganar la mayor cantidad de devotos para los carismáticos, situación muy bien manejada por los activistas que acuden a este lugar.
Al observar los artistas que estuvieron en el festival se percibe que quienes están detrás es gente de la elite, ésa cuyo único interés es mantener el poder establecido en muy pocas manos, en desmedro de las grandes mayorías. Luego de una semana de escuchar alabanzas en el denominado “don de lenguas” y una serie de planteamientos idealistas completamente alejados de la realidad, pero cargados de buenas intenciones, se puede concluir que la mayoría de las personas asistentes a este evento no hallaron respuesta a los problemas que atraviesa nuestra sociedad. Aunque ellas, orientadas por su fanatimos religioso, seguro que piensan lo contrario.
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