Los trabajadores de la prensa y la relación con los medios donde laboran
(ASC-Noticias) 03-Diciembre-07
Por Sergio López ascnoticias@yahoo.es
Desde los últimos años los medios masivos de difusión del país son cuestionados por la sociedad, principalmente en Santa Cruz, donde adquieren carácter eminentemente parcializado con la posición de la clase cívico-empresarial que ostenta el poder económico, además porque se apegan al sensacionalismo como gancho para conseguir seguidores, que también es cuestionado, pero de este tipo de contenidos muchos culpan directamente a los trabajadores.
Sin embargo hay que diferenciar la relación entre el medio y el trabajador (periodista, camarógrafo, fotógrafo, etc.). El medio en sí representa al propietario que tiene intereses que cuidar, ideológicos, económicos y otros. Por ejemplo citamos a los Monasterio de Unitel o a los kuljis de la Red Uno que usan sus medio para enriquecerse pero también para velar por las riquezas que acumularon y que siguen acumulando, por eso también defienden, mediante el contenido de su programación, la postura ideológica que permita que sus negocios y los de su clase (la acomodada) se preserven sin cuestionamiento en la sociedad.
Por ello sus trabajadores de Unitel, la Red Uno (así como de otros medios: El Deber, El Nuevo Día, Gigavisión, Megavisión, etc.) hacen un enorme esfuerzo para que esos intereses del patrón no sean cuestionados ni tocados, aunque habrá que estar seguros que muchos de los trabajadores lo hacen de manera inconsciente y hasta puede que más de uno cuestione al propietario, pero sin manifestarlo abiertamente.
Pero para hacer el trabajo de velar por los intereses del patrón, lamentablemente se valen de todo, hasta de armas inmorales. Los mismos trabajadores tienen que someterse, aunque sin necesidad de ponerles un revólver en la cabeza, pues el trabajador ya sabe dónde está y qué línea debe seguir para ser aceptado sin mayor cuestionamiento y no correr el riesgo de ser despedido.
De ahí que el trabajador de la prensa sea un empleado más que vende su capacidad al dueño del medio a cambio de una remuneración que generalmente es baja, pues es un gremio donde los salarios son hasta denigrantes. Los dueños y jefes de prensa aprovechan muchas veces del bajo nivel de preparación de las personas que ingresan a este sector, aunque tampoco los “estudiados” son una maravilla, en ocasiones son los más sumisos y hasta faltos de toda ética.
Hay que concluir entonces que en Santa Cruz hay periodistas sometidos a la línea que demarcan los propietarios impregnado de carácter de clase y son los más acérrimos defensores de la concentración de la riqueza en pocas manos, no cuestionan las desigualdades que hay en la sociedad, al contrario, aun estando el propio periodista sumido en la pobreza, en su trabajo hasta de forma mecánica asume la tarea de defensa de los intereses de la clase empresarial, es decir de los explotadores.
Podemos citar algunos ejemplos de periodistas a los que se suele observar en los mismos medios tendiéndoles la cama con sus preguntas a sus entrevistados ya sean cívicos o empresarios, y a veces insistiéndoles que sean más firmes en la defensa de sus intereses económicos, que no son precisamente los del periodista.
En Santa Cruz, hay que sólo ver el trabajo de algunos de los periodistas de Megavisión, ATB, Unitel, Red Uno, Gigavisión, Fulltelevisión, Bolivisión, canal Universitario, PAT, Sitel. O hay que leer el trabajo de algunos periodistas de los medios escritos o escuchar algunas radioemisoras para constatar que son los más fanáticos defensores de la clase que ostenta el poder económico, en desmedro de millones de pobres.
Incluso hay “premiaciones” que hacen comparseros y grupos afines a los cívicos y empresarios para los “destacados” periodistas, presentadores, “analistas”, etc., esos son los que en su desempeño laboral siempre sacan la cara por estos sectores que tienen el control económico en la sociedad.
Los premiados por los carnavaleros son los que protestan a veces más que sus patrones o entrevistados para que, por ejemplo, el gobierno dé a los empresarios todo lo que exigen a fin de que no tengan pérdidas, sino sigan acumulando riquezas. Los “galardones” que los comparseros otorgan son para aquellos que atacan toda forma de cuestionamiento de la desigualdad, son para los que impulsan a capa y espada la discriminación, el racismo, la falsificación de la verdad, la manipulación, el chauvinismo regional.
Por otra parte, en Santa Cruz el sensacionalismo en los medios es una constante y no hay medios que estén al margen de la manipulación. Como alguien diría la “libertad de prensa” que estos medios defienden es en realidad la “libertad de empresa” a lo que hay que añadir la defensa ideológica de la clase dominante, y muchos lo hacen hasta de forma militante.
Pero el papel jugado por la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz (FSTPSC) y su ejecutivo con respecto a los problemas de sus afiliados es contradictorio, probablemente fruto de la presión que sufren, pues por ejemplo su dirigente máximo quiere estar bien con Dios y con el diablo, quiere defender a los trabajadores pero a la vez se cree obligado a defender a los medios lo que es una limitación a la hora de presentarse conflictos y los trabajadores salen afectados.
No tiene sentido que un ente sindical defienda a la patronal (por ejemplo como lo hace Edwin Fernández dirigente de la COD), sino que debe salir en defensa de sus afiliados a quienes se debe.
Ahora que se dan tantas agresiones contra periodistas porque sectores sociales movilizados los identifican con los odiados y cuestionados medios para los que trabajan, se trata de que los dirigentes de los periodistas hagan esfuerzos para que se entienda la diferencia y no aparecer defendiendo a los medios, esto es a los patrones.
Penosamente en Santa Cruz no hay la libertad de prensa o expresión que tanto dicen defender los sectores cívicos y empresariales, más al contrario a todo aquel medio o periodista que no esté en la línea que los cívicos creen que es correcta, ya son tildados de “enemigos de Santa Cruz”, “traidores”, “collas”, “masistas”, “andinocentristas”, y un montón de calificativos, pero además corren el riesgo de ser amedrentados.
El actual ejecutivo de los trabajadores de la prensa y sus colegas del directorio tímidamente se refieren a la manipulación que se hace en los medios, esto a título de “defensa de la libertad de prensa”. No cuestionan a los propietarios y sus relaciones económicas y políticas que se hacen evidentes en sus contenidos. Cuando hacen reclamos por violaciones a la libertad de prensa son generalmente contra el gobierno y no contra los cívicos y sus grupos de choque que se han dado a la tarea de identificar quiénes son “enemigos de Santa Cruz”, en lo que algunos trabajadores de medios, también cooperan porque se identifican más con las ideas regionalistas de los patrones que con la defensa de sus colegas y sus derechos.
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