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ASC Noticias - Reflejando la Verdad

INSEGURIDAD CIUDADANA SE AGRAVA Y LOS POLÍTICOS ELEGIDOS BIEN GRACIAS

* La incapacidad de las autoridades da lugar a la pregunta ¿quién puede resolver este problema?

(ASC-Noticias) 22-Octubre-09

Por Oscar Miranda*

Tomado de Bolpress.com

De nada sirven las quejas y reclamos de la población cruceña contra la campeante inseguridad ciudadana que se vive a diario. Pues más allá de disminuir, este problema se acrecienta más y más conforme pasa el tiempo. Ahora los delincuentes son más avezados, ya ni siquiera es seguro transitar una calle cualquiera de la ciudad durante el día, pues no miden las consecuencias y asaltan ya sea a ancianos, hombres, mujeres o niños, y el número de víctimas crece. Incluso la llamada “lucha contra la gripe A” ha dado motivos para que se cometan atracos con el uso de barbijos.

Hasta ahora no se explica porqué ha crecido tanto la delincuencia, un plan integral para enfrentar el problema debería partir de ello utilizando equipos profesionales, pero todo lo
contrario, la improvisación domina.

Con el asalto y posterior saqueo a las instituciones públicas, en septiembre el año pasado, los seguidores de los cívicos han dado cátedra de cómo delinquir. Y el Comité se quedó callado frente a tanta barbarie. Recordemos que tras los hechos citados, los delincuentes asaltaban domicilios exactamente como se habían asaltado instituciones, echando abajo las rejas con algún vehículo. Prominentes ejemplos fueron los asaltos al INRA y a Entel en septiembre de 2008. Desde entonces la delincuencia ha sentido que tenía carta blanca, y por eso ahora no repara en nada. En eso se puede reconocer porqué los cimientos de
la denominada “institucionalidad cruceña” se hallan tan agrietados.

En solitario, y con la presión principalmente de los medios masivos de difusión, la Policía sale a las calles a tan sólo verificar los hechos que se cometen contra la población, y quizás alguna que otra medida de prevención capturando a presuntos malhechores antes de que cometan sus fechorías. Los medios de difusión -en su mayoría- hacen sensacionalismo de ello, limitándose a reclamar a la institución del orden por la situación, pues parece que para los mismos medios sólo la mano dura va a lograr frenar a la delincuencia. Hay más de un presentador de televisión con posturas de esa naturaleza recargando la tinta en la necesidad de endurecer las leyes porque considera que la existencia de un régimen garantista como el actual no corresponde a este país, una voz lastimera que finalmente no entiende la complejidad del problema y apela a la conciencia de los operadores de la justicia. Quizás, su trauma de haber sido atracado le lleva a eso, como si la mayoría de la población no hubiese pasado por las manos de la delincuencia. Pero finalmente él no ataca el problema estructural.

En muchos casos, la respuesta de los pobladores frente a la delincuencia se torna del mismo calibre, ¡bárbara!, tomando la justicia en sus manos, flagelando, linchando a los presuntos autores de delitos porque nadie confía en que los delincuentes sean castigados por la “Justicia”. Lo grave es que algunos secuaces de los delincuentes también han decidido vengarse, secuestrando, golpeando, haciendo desaparecer a vecinos involucrados en golpizas a asaltantes.

Mientras tanto, las autoridades prefecturales, de la alcaldía y del gobierno se limitan a echarse la culpa cada cual entre sí, deslindando su responsabilidad. La Alcaldía no dice ni siquiera esta boca es mía. Y el disco rayado del gobierno asegura que se proporcionan más policías a Santa Cruz. La cantaleta de la Prefectura es que el gobierno les ha recortado el presupuesto, y por eso sólo hacen lo que pueden, que se discrimina a Santa Cruz pues hay 16 mil policías para La Paz y sólo 4 mil para Santa Cruz, lo que indica su tendencia a ver el fenómeno desde el lado policiaco represor, lo que políticamente puede
ser favorable pues el pánico social puede aceptar cualquier cosa.

En las últimas horas Rubén Costas habló de poner en vigencia un plan de seguridad ciudadana denominado Vigilancia Departamental Autónoma (Vida) que entre otras cosas de nuevo contempla la famosa reapertura de la granja de Espejos que hace años se oferta sin resultados. Aseguró que ahora “ya no vamos a seguir llorando” al mismo tiempo que continuó con su ejercicio de confrontar con el gobierno al que acusó de ser cómplice de mafias de nivel mundial que se han instalado en Santa Cruz.

Por lo menos ya hay algo, aunque sólo sea anuncio, porque hasta ahora el prefecto Costas, como autoridad departamental, no mostró mayores iniciativas excepto declaraciones, no convocó a las autoridades municipales y policiales y tal vez de otra institución para sentarlos a debatir esta problemática. Nadie tiene un plan serio, lo del Prefecto habrá que ver porque “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Los improvisados candidatos electorales están en lo mismo, se limitan a pedir “debate” y nada más, pero las locuras no tienen límite porque aparece un candidato masista proponiendo la vigilancia satelital con su programa denominado “Video vigilancia” para registrar los atracos.

Del prefecto Costas hay que recordar que uno de los ejes centrales de su campaña en las anteriores elecciones fue la consabida “seguridad ciudadana”, pero de eso hubo poco, el “gobernador” durante toda su gestión se limitó a “pelear” con el gobierno central, en una especie de pelea de comadres. Insultos iban y venían, todos distractivos para la población. Una ciudadana asaltada reflejó su decepción ante esta forma de actuar de sus autoridades diciendo “tengo quebrada el alma”.

Una gran causa para que florezca la inseguridad ciudadana es el desempleo, pero también hay otros factores producto de la crisis económica como hogares inestables o familias destruidas con el consabido abandono de los hijos que se convierten en palomillos que deambulan en bandas, también la migración de muchos ciudadanos al exterior cuyos hijos –en algunos casos- al verse solos y sin control alguno han caído en la delincuencia. Miembros de la clase media engrosan las listas de delincuentes que asaltan con medios más sofisticados, en autos o motos, y con armas.

Pero por otro lado están los delincuentes de cuello blanco, que continúan sin que nadie se percate de que ellos son también culpables de la desgracia a la que han llevado a nuestro país. Vemos a éstos en las instituciones públicas como las de justicia donde todo está corrompido.

Respecto a los medios de difusión hay que hacer notar que sólo “informan” y no orientan. Algunos hasta provocan paranoia. Recientemente se supo que una madre dio a su pequeño hijo un puñal para que “se defienda” de un posible atraco. Tal irresponsabilidad sólo puede ser producto del nerviosismo y la locura causada en la población. La directora del colegio y los medios, prestos se pusieron a echar más leña al fuego, mostrando con lujo de detalles las pistolitas de los niños e interrogándoles, cuando lo que corresponde es que se reconvenga en privado a la madre.

El problema de la inseguridad ciudadana debe abordarse de manera integral en los planos de la prevención, la rehabilitación y la persecución penal. Pero sólo se escucha el griterío desesperado de periodistas, autoridades y candidatos que exigen leyes más duras, viendo el fenómeno como puramente policiaco ¿Será necesario que aparezcan varias madres Teresa de Calcuta para que alguien se preocupe realmente de las miserias sociales, de las familias pobres, de los niños abandonados y prevenga que no se conviertan en delincuentes?

Nadie quiere meter las manos, peor los llamados a ello desde los municipios, prefecturas y gobierno central. ¿Será necesario que baje Cristo del cielo para que se construyan albergues y se destinen recursos para impulsar la rehabilitación de tanta gente que se está destruyendo en las calles? ¿Esto es acaso una cuestión del otro mundo? ¿Cuándo se logrará que las autoridades municipales, en vez de tanto cemento, se dediquen a desarrollar en los barrios programas para impedir que los jóvenes formen pandillas de malentretenidos y se generen puestos de trabajo dignos para ellos y para sus propios padres y así tengan tiempo para estar con ellos e impedir que se descarríen en vez de no
verse nunca? En la medida en que no hay respuestas y el problema crece, se convierte en cuestión volcánica, con derivaciones políticas profundas, revolucionarias o bárbaras. La incapacidad de los gobernantes da lugar a la pregunta ¿quién puede resolver este problema?

                              
*Periodista, oxmiranda@gmail.com

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