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¿POR QUÉ HAY MÁS CASOS DE VIOLENCIA DELINCUENCIAL SOBRE LOS CIUDADANOS?

¿POR QUÉ HAY MÁS CASOS DE VIOLENCIA DELINCUENCIAL SOBRE LOS CIUDADANOS?

*La inseguridad ciudadana se campea en Santa Cruz, para muestra un médico del Hospital San Juan de Dios aseguró que la cantidad de casos de heridos que atienden por asalto a bala o con arma blanca se incrementa cada día

* Pero el factor de incremento último de la delincuencia tenemos que hallarlo en el hecho de que los dirigentes cívicos abrieron la caja de Pandora al buscar y usar los servicios de los delincuentes callejeros para sus trajines

(ASC - Noticias) 04 Noviembre-08

Por Raúl Bustamante

Santa Cruz no es una urbe como Rio o Sao Paulo pero parece que se dirige a tener similares indicadores de delincuencia y violencia, pese a que en dimensión o extensión ni se compara. Varios gobiernos anunciaron y aplicaron planes contra la delincuencia, también hubo campañas para alcalde, prefecto, concejales y parlamentarios que a cambio del voto prometieron la consabida "seguridad ciudadana". Hoy hay más ingresos para el erario público que podrían destinarse a apoyar el trabajo preventivo y policial pero la cosa no se resuelve y está más grave.

La gravedad del problema es mayor cada día

El incremento de la delincuencia es terrible. Hay asaltos diarios en barrios. Por ejemplo cinco atracos en una semana en algunos casos en la misma calle, otros asaltos en el colegio Bertino Candia del mismo barrio usando movilidades y armas de fuego. El Dr. Queirolo, médico de Emergencias en el Hospital San Juan de Dios asegura que la cantidad de casos de heridos por asalto a bala o con arma blanca se incrementa cada día. Casos de violaciones también han recrudecido, hasta uno con características de extremo sadismo.

En esta inseguridad ciudadana, que curiosamente el prefecto Costas había prometido desterrar del departamento (cosa que no cumplió por andar en sus pleitos con sus dizque "enemigos"), se llegó al punto de que en el caso del asesinato de un joven, cuando los policías (en un número considerable) y fiscal fueron a atrapar al asesino, éste les salió a la ofensiva, y por ende opuso tenaz resistencia.

El fin de semana por Todos Santos y el feriado también trajo más casos de atracos y asesinatos en una u otra zona. Se llega al extremo de que ya ni movilizarse en taxi o microbús es seguro, porque igual uno corre el riesgo de ser objeto de un atraco o robo. Incluso a plena luz del día sin que nadie pueda hacer algo para socorrer a la víctima porque también puede correr riesgo.

En el barrio popular "Las Cabañas" hace algunos días los vecinos hicieron conocer que al menos 25 por ciento de los habitantes de esa zona fueron asaltados, atracados o golpeados, en otras palabras víctimas de la inseguridad ciudadana. Ante eso los vecinos amenazan con organizarse para hacer justicia por mano propia, ya que "ni la Policía, ni el municipio, menos la prefectura" hacen algo por parar tanta delincuencia que parece ser se incrementó desde las jornadas violentas de asaltos a instituciones donde se produjeron robos, saqueos, incendios, destrucción de los locales estatales sin que nadie diga nada.

Mientras la cantidad de lumpen en las calles crece a diario sin que ninguna institución se preocupe de hacer seguimiento, reprimir y neutralizar ese mal. Para eso debían estar los cívicos, pero se hacen de la vista gorda y tal vez lo fomenten porque el lumpen se ha convertido en la base de su poder.

Cuáles son las causas

El neoliberalismo nos trajo los males de la sociedad moderna. La desocupación, la crisis económica, la destrucción de las familias ha hecho que el tejido social boliviano se dañe. Para paliar la situación mucha gente se ha ido al exterior a buscar trabajo pero dejando familias en crisis. Ahora los niños abandonados son cosa corriente, lo que en el pasado era muy raro. El Estado no se preocupa, las ONGs palían la cosa, el municipio se desentiende, la ciudadanía está desorganizada, temerosa y cada vez menos solidaria y hospitalaria. El neoliberalismo hace a las sociedades egoístas e individualistas. Por eso vemos a esos niños que poco a poco se vuelven adultos porque prácticamente crecen en la calle sin que nadie se preocupe de ellos excepto para mirarlos moviendo la cabeza negativamente o elevando una oración o finalmente golpeándolos cuando los pillan asaltando.

Pero el factor de incremento último de la delincuencia tenemos que hallarlo en el hecho de que los dirigentes cívicos abrieron la caja de Pandora al buscar y usar los servicios de los delincuentes callejeros para sus trajines, planeando con ellos cómo rebasar a la institución policial, dándoles luz verde y financiando sus fechorías y asaltos, llegando en septiembre pasado a la cota más alta con el asalto a las instituciones públicas y privadas, a mercados y comerciantes, a los barrios populares y a realizar actos de vandalismo que la población observó azorada. Estos delincuentes aprovecharon esa época para manejar plata pero como ya vendieron y se farrearon todo lo que robaron, ahora se vuelcan con renovado furor sobre la población indefensa. Lo hacen con renovado brío porque ya le midieron la caña a la Policía y saben que son impunes pues no hay ley ni fuerza que los pare mientras cívicos y autoridades regionales se lavan las manos y de seguro ni se reconocen como los causantes del recrudecimiento de este mal.

Es que los "cívicos" no son verdaderos cívicos sino gente peligrosa que se aprovecha de los vecinos para instrumentalizarlos al servicio de sus intereses particulares sin preocuparles lo que realmente necesita la gente, la ciudad, la región. Estos señores no han entendido que el civismo es preocupación y trabajo para que el vivir en sociedad civil sea cada vez mejor y no lo contrario.

Es imprescindible que los ciudadanos organizados acometan la solución de estos problemas sociales, pero el mecanismo está en infundir principalmente en la juventud la preocupación por estas problemáticas, dejando de lado el placer, el lujo, la comodidad. Lamentablemente no se puede esperar mucho de las instituciones educativas porque allí se reproduce el neoliberalismo, pero también la discriminación e incomprensión a los demás. En algún colegio de esta ciudad, en vez de criticar la violencia y delincuencia generada por los cívicos se la socapa. Por ejemplo en el colegio La Salle se obliga a los estudiantes a asistir a las reuniones de la Unión Juvenil Cruceñista, en otro, el San Agustín, de propiedad del alcalde Percy Fernández, la Unión Juvenil dicta charlas en el colegio. Con esas enseñanzas y malos ejemplos a dónde puede ir la juventud, a descarriarse.

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